Una vez más, la eliminatoria de Champions convertida en tradición en el último lustro, cuatro veces disputada en cinco años, con la sola excepción de la temporada 2020-21, reclama el protagonismo de la primavera del fútbol. Real Madrid y Manchester City enarbolan la bandera de máximos representantes de la dialéctica que ha cambiado el rumbo de este deporte en los últimos tiempos. Los blancos como grandes exponentes del fútbol más tradicional, el de toda la vida, el que también abanderan FC Barcelona, Liverpool, Bayern o AC Milan. Enfrente, un City elevado a los altares a base de inversiones multimillonarias a fondo perdido, como el PSG, el Chelsea del ahora proscrito Abramovich, quizá a la larga el Newcastle. A ver quién gana esta vez.
Son dos mundos, dos planetas gigantes, que colisionan en cuartos de final de la Champions, ronda que se descorcha este martes (21.00 horas) en el Santiago Bernabéu y se cerrará ocho días más tarde en el Etihad Stadium. Los dos últimos campeones de la Copa de Europa frente a frente, la semifinal de los dos últimos torneos repetida ahora de forma anticipada. Pep Guardiola y Carlo Ancelotti. Erling Haaland y Jude Bellingham. Phil Foden y Vinicius Junior. Kevin de Bruyne y Toni Kroos. «Este partido es ya como un clásico», decía este lunes Guardiola con tino. Difícil ver, hoy por hoy, algo mejor sobre un terreno de juego.
El Madrid llega descansado
Llega el Real Madrid descansado gracias al parón liguero por la final de Copa, sin disputar un solo partido en los nueve últimos días, frente a un City que ha jugado tres choques en este intervalo, lo que motivó amargas quejas de Guardiola. Y con el añadido de que mientras los blancos gozan de mucho margen en LaLiga (ocho puntos por delante del Barça a falta de ocho partidos), el equipo que entrena el técnico español está inmerso en una cruenta lucha por la Premier: el City es tercero, con un punto menos que Arsenal y Liverpool.
Nada de eso, no obstante, importará cuando el árbitro François Letexier dé inicio a una nueva noche europea de gala en el Santiago Bernabéu. Como tampoco importarán unos precedentes ligeramente favorables al City, aunque muy igualados. La temporada pasada, los ingleses aplastaron al Madrid en la vuelta de semifinales en el Etihad, vengando la eliminación de la temporada anterior en la misma ronda, con aquellos dos goles agónicos de Rodrygo. Antes, hubo otras dos eliminatorias (2015-16 y 2019-20) con una victoria para cada uno y una coincidencia previa (2012-13) en la fase de grupos.
Y luego está, claro, el morbo perenne que provoca cada cruce de Pep Guardiola contra el Real Madrid. Será el 24º encuentro entre el club blanco y el entrenador catalán, que goza de un balance considerablemente positivo: 13 victorias, cinco empates y cinco derrotas. «Me gusta este negocio, me lo paso bien y me pagan bien. Me gusta ir a campos, me gusta esto. Aún me lo paso bien y seguiré mientras sea así», decía ayer Guardiola en la sala de prensa del Bernabéu.
Cuatro madridistas apercibidos
Ancelotti está obligado a jugar un ojo puesto en el partido de vuelta, pues el catálogo de futbolistas que están a una amarilla de cumplir el ciclo que conlleva suspensión es premium: Bellingham, Vinicius, Tchouaméni y Camavinga. «No me condiciona», afirmó este lunes Ancelotti, siempre con esa sensación de tipo impasible al que nada de cuanto pueda acontecer le perturba.
«La derrota es un sufrimiento y la victoria es un alivio.
. El sufrimiento es lo que te tiene vivo. El estrés y la presión son gasolina para mí«, ahondaba en la previa el italiano, en una secuencia de frases que bien podría servir de carta de presentación de sí mismo.
«No vais a fallar la alineación, es bastante clara», dijo también Carletto, sugiriendo que dispondrá a su once de gala esta noche. Acaso la única duda radica en si a Rüdiger le acompañará Nacho o apostará por Tchouaméni en el centro de la defensa junto al alemán. Para Militao, que reapareció anecdóticamente en el último partido de LaLiga, hace 10 días contra el Athletic, todavía es demasiado pronto.
El City, sin Walker y Aké
Alguna duda más alberga Guardiola, empezando por la portería. Ederson ha viajado a Madrid, pero lleva cuatro partidos ausente por problemas musculares y no es descartable que sea Ortega quien tenga que defender el arco ‘citizen’. Por delante no estarán ni Walker ni Aké, dos de los defensas predilectos de Guardiola.
Todo ello ante unos 4.100 aficionados ingleses, movilización que junto a los 3.800 que se esperan procedentes de Alemania para el Atlético-Dortmund del miércoles motivarán un despliegue policial de 3.175 efectivos en Madrid entre las dos jornadas.