El balance de víctimas mortales por el naufragio este domingo de una embarcación frente a las costas del norte de Mozambique, en la provincia de Nampula, ha aumentado a 98 personas, si bien se trata de un balance preliminar. La búsqueda de supervivientes continúa más de 24 horas después del accidente, mientras que ya se están realizando los funerales de los cuerpos que se han recuperado, según fuentes consultadas por la agencia de noticias mozambiqueña AIM.
El suceso tuvo lugar cuando una embarcación con licencia para pescar fue golpeada por una ola. El barco llevaba a más de 130 personas, la mayoría mujeres y niños, para un trayecto que dura entre cuatro y seis horas, que supuestamente estaban huyendo de un brote de cólera que azota la región.
El presidente del país africano, Filipe Nyusi, ha lamentado los hechos y ha indicado que ha enviado una delegación gubernamental para brindar ayuda a los supervivientes y para que se lleve a cabo una investigación con el objetivo de evaluar las rezones que dieron lugar a esta tragedia.
Por su parte, el líder del opositor Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Ossufo Momade, ha exigido al Gobierno que declare el luto nacional y que las autoridades «reconozcan que se trata de un signo de negligencia pública y falta de seguridad». «Nos conmovió y preocupó mucho saber que el barco en cuestión era un barco pesquero y no estaba diseñado para transportar personas, lo que nos llevó a reflexionar sobre la necesidad de seguridad marítima y solidaridad», ha indicado a través de su perfil en la red social Facebook.
Mensajes internacionales de solidaridad
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, ha trasladado sus condolencias «al Gobierno y al pueblo mozambiqueños tras el trágico accidente de barco en la costa de la provincia de Nampula que se cobró más de 90 vidas».
Por su parte, el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, ha enviado a su par de Mozambique –que fue colonia portuguesa– «un mensaje de sentido pésame y una palabra de consuelo y solidaridad a las familias de las numerosas víctimas del hundimiento», así como «a todos los afectados por este trágico accidente.
El Gobierno brasileño también ha expresado su «solidaridad con las pérdidas humanas registradas», lamentando el naufragio «en un conocido destino turístico y patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)».