En ‘Herrera en COPE’ abrimos la puerta al misterio y a la divulgación. Gracias a Javier Sierra. Con él, analizamos la figura del doctor Kellogg. El experimento que hizo fue tremendo. Nos remontamos a los años 30. Todo comienza cuando Kellogg, que era también profesor en la Universidad de Indiana, se convierte en una eminencia.
«Este hombre era un psicólogo empírico que quería demostrar sus teorías y sus cosas con experimentación. Y un día lee en la prensa, en los periódicos, la historia de dos niñas indias que se hicieron muy famosas en aquel tiempo», comienza su explicación Javier Sierra.
El periodista y escritor ha analizado el fenómeno que se pudo ver en el cielo desde distintos puntos de España el pasado viernes y sobre el que han surgido multitud de teorías
02 abr 2024 – 13:34
Se llamaban Amala y Kamala y habían sido descubiertas en una cueva en la India, a unos 150 kilómetros de Calcuta, abandonadas.
La mayor de ellas tenía 18 años. La pequeña tenía unos pocos meses, pero no sabían hablar. Estaban en una cueva con lobos, conviviendo con lobos. Se comportaban como los propios lobos. «Caminaban a cuatro patas, no sabían caminar erguidas. Se comunicaban por aullidos con la manada. En fin, tenían unas circunstancias como muy espectaculares. Pero ellas llegaron allí y crecieron con los lobos».
Luego consiguieron sacarlas de allí. «Se las llevaron a un orfanato, y allí las reeducaron en un proceso bastante complejo. Bueno, aquello resultó ser un fraude. Pero eso no lo sabía el doctor Kellogg».
Después, se descubrió que aquellas niñas no habían vivido con lobos, sino que «lo que buscaban era financiación para un orfanato del lugar».
El doctor no sabía nada, como mencionábamos anteriormente, por eso creyó que sería un buen trabajo aprovechar el caso para «estudiar comparativamente animales y humanos».
En este punto, explica Sierra, es donde empieza lo bueno. Justo cuando ocurre esto, el doctor tiene un bebé con su mujer. Un pequeño que, por esas fechas, tiene 10 meses. Y a Kellogg se le ocurre que «sería una buena idea educar al bebé junto con un chimpancé para darles, tanto al chimpancé como al bebé, las mismas condiciones, de alimentación, de mimos, de juegos, de pasearlos a los dos con un carrito, para que el propio bebé y la chimpancé, también recién nacida, crecieran como si fueran hermanos».
Y la idea de este doctor era que ese experimento se prolongara a lo largo de cinco años.
«Cogía los cubiertos para comer»
«Tenía un plan meticuloso donde iba a hacer pruebas de todo tipo, tanto al chimpancé como al niño, y ver cómo iban evolucionando. Las cosas se tuercen porque «el chimpancé se adaptó muy rápidamente contra todo lo que esperaba el doctor. Se adaptó muy rápidamente al entorno humano. No echó de menos a su madre. Lo que hacía era que, por ejemplo, cogía los cubiertos para comer. Respondía estímulos de una forma parecida».
Dice Sierra que el chimpancé evolucionaba hacia lo humano, pero el problema fue su hijo. Solamente tenía unas cuatro palabras en su vocabulario como mucho. Algo que no cuadraba con su edad.
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No avanzaba de ahí. Se comunicaba con chillidos. Más rabietas que el mono. Su cerebro estaba adaptándose más hacia el mundo del chimpancé, de su hermanita, que hacia lo que tendría que haber derivado como humano», prosigue su intervención el colaborador de ‘Herrera en COPE’, explicando su caso.
En Navidad de aquel año, de 1931, las cosas ya iban mal porque veían que el bebé no progresaba adecuadamente. Sería en 1932 cuando decidieron, por presión de la esposa, que ese experimento se suspenda.
Y esta decisión tiene consecuencias. Devuelven a la chimpancé con su madre, y al mes fallece. «No aguanta la deslocalización». Y, por otra parte, el bebé sí remonta. «Llega a licenciarse en medicina como su padre, pero se produce una circunstancia que todavía a ficha de hoy no está aclarada, y es que su madre fallece antes, su padre fallece, el doctor Kellogg, en 1972, y el niño muere a la semana del fallecimiento del padre. No se sabe muy bien por qué, si es por un desafecto».
El doctor Kellogg siguió trabajando, haciendo experimentos de otro tipo y «fue uno de los pioneros en el lenguaje de signos con los animales».