En la reunión de alcaldes que propició LA NUEVA ESPAÑA, Alfredo Canteli, al frente de la corporación en Oviedo, hizo las veces de portavoz de sus 77 colegas en Asturias. Criticó la «vigilancia excesiva» por parte de la administración autonómica, «la quimera» que supone la independencia de los municipios y las «gravosas competencias impropias» que los ayuntamientos asturianos asumen para responder a las necesidades de sus vecinos. En un discurso corto y directo, reclamó, como suele hacer, «diálogo», señaló a los ayuntamientos como «la administración pobre del sistema político de nuestro país» y votó por una conjura entre las administraciones locales y la regional «para solucionar el déficit de autonomía municipal que padecemos».