Sentencia inédita. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha fallado este martes a favor de una demanda contra la inacción de los Gobiernos para luchar contra el cambio climático y ha considerado que Suiza ha violado los derechos humanos de un grupo de mujeres tras constatar algunas «lagunas críticas» en las políticas de esta nación contra el calentamiento global. Con todo, al mismo tiempo no ha admitido una demanda de seis jóvenes contra 32 países europeos, entre ellos España, por el mismo motivo.
La inacción climática, contra los DDHH
Este martes el Tribunal de Estrasburgo -Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)- se ha pronunciado a favor de unas mujeres de edad avanzada -más de 75 años- que denunciaron a Suiza por inacción contra el cambio climático. En concreto, estas mujeres, bajo el paraguas de la asociación Verein KlimaSeniorinnen, demandaron al país por las consecuencias para su salud de las futuras olas de calor. Ahora, los jueces europeos estiman que el gobierno incumplió sus obligaciones para con los derechos de estas ante el calentamiento global.
En concreto, el Tribunal lo ilustra considerando que ha habido carencias y «lagunas críticas» en las políticas desarrolladas por Suiza para cuantificar la limitación de sus emisiones de efecto invernadero, por ejemplo mediante la fijación de un precio al carbono. También sostiene que el citado país no ha respetado los objetivos que se había fijado para disminuir esas emisiones de cara al 2030.
Así, es la primera vez que un tribunal internacional se pronuncia sobre el cambio climático y su veredicto, que no puede ser apelado, podría obligar al Gobierno suizo a tomar mayores medidas para reducir las emisiones, incluida la revisión de sus objetivos para alinearse con el Acuerdo de París de 2015. Esta decisión podría ser vinculante y sentar precedente en la determinación de otros tribunales sobre otros litigios presentados contra más países por la vulneración de los derechos humanos en esta materia.
Inadmite la demanda contra 32 países
Con todo, el TEDH ha declarado inadmisible la demanda presentada por varios jóvenes contra 32 países europeos, entre ellos España, a los que reclamaban una responsabilidad en las políticas contra el calentamiento global y sus consecuencias. Lo mismo ha sucedido con la demanda del que fue alcalde ecologista de la localidad francesa de Grande Synthe, en la costa del Canal de la Mancha, que reclamó al Gobierno galo una reducción de las emisiones de CO2 para evitar las subidas del nivel del mar.
En el primer caso, fueron seis jóvenes portugueses -de entre 11 y 24 años- quienes presentaron una denuncia al entender que se han violado su derecho a la vida, al respeto al desarrollo de la vida privada y familiar, y a las prohibiciones de malos tratos y de discriminación, ya que consideran que la «emergencia climática» afectará más a su generación. Los jueces han desestimado sus alegaciones al entender que estos se saltaron la regla de agotar las vías de recurso interno del país primero antes de acudir a Estrasburgo.
Además, los jueces han considerado también que, para denunciar a otros Estados más allá de Portugal y aplicar un supuesto principio de extraterritorialidad, hay otros instrumentos jurídicos internacionales y es precisamente el TEDH es el órgano competente para hacerlo. Cabe destacar que la demanda contaba con el respaldo de muchas ONGs y figuras mediáticas de esta lucha, como Greta Thunberg.
«El precio que están pagando»
Fue el pasado 27 de septiembre cuando los magistrados escucharon en una audiencia pública a los demandantes y a los representantes de los países demandados. Entonces la abogada de los jóvenes destacó «el precio que están pagando» y que pagarán los de su generación por la falta de medidas eficaces para combatir la emergencia climática. La audiencia contó con la presencia de los demandantes –Catarina, Martine, Sophia, Mariana y Andre-, que acudieron acompañados de sus familias.
Por su parte, el representante de los países demandados aprovechó su intervención para dejar claro que «los Estados entienden perfectamente la gravedad de la lucha contra el cambio climático», al tiempo que instó al TEDH a respetar los principios fundacionales del sistema de protección de Derechos Humanos y a no excederse en su mandato, «independientemente de la naturaleza del caso«.
Entre otras cosas, la demanda presentada alegaba que los incendios forestales que se han producido en Portugal desde 2017 son una consecuencia directa del cambio climático y que supone riesgos para su salud. De hecho, los jóvenes aseguran que ya sufren alteraciones en los patrones de sueño, problemas respiratorios y alergias que se han visto agravados por la subida de las temperaturas, derivadas del calentamiento global.
Además, dos de los jóvenes apunta directamente a las fuertes tormentas en invierno -denunciando que sus casas, que están cerca del mar en Lisboa, están en peligro por ello- o que están experimentando ansiedad por estos desastres naturales. Es por ello que aseguran que se está violando su derecho a la vida y se apoyan para ello en el Convenio Europeo de Derechos Humanos desde la interpretación del Acuerdo de París y la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño.
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