Este martes 9 de abril ha comenzado en Tailandia el juicio contra Daniel Sancho, acusado de asesinato con premeditación del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Un presunto delito para el que el país tailandés contempla la pena capital y del que el hijo de Rodolfo Sancho se ha declarado no culpable, aunque sí ha admitido que descuartizó el cuerpo de la víctima y ocultó las partes por la isla de Koh Samui, donde tuvieron lugar los hechos.

Como era de esperar, desde primera hora de la mañana ha habido un gran despliegue de medios de comunicación españoles y tailandeses a las puertas de la corte, donde ya ha habido primeras declaraciones del abogado de la familia de Arrieta, Juan Ospina, y de Rodolfo Sancho, que ha estado presente durante la primera jornada del juicio. Quien no ha acudido a la sesión ha sido Silvia Bronchalo, la madre del acusado.


Rodolfo Sancho a su llegada a la corte.

SITTHIPONG CHAROENJAI / EFE

A lo largo del juicio se espera que declaren más de 50 testigos, aunque Rodolfo Sancho y el propio Daniel Sancho no lo harán hasta el próximo 25 de abril. Quien ha comenzado declarando han sido los testigos aportados por la Fiscalía: la mujer que trabajaba en el vertedero de Koh Phangan, la propietaria del negocio que le alquiló la moto a Sancho, trabajadores del hotel donde ocurrieron los hechos y los policías que iniciaron la investigación.

Sin embargo, hay varios aspectos del juicio que ya están llamando especialmente la atención. Uno de ellos es el hecho de que el propio Daniel Sancho, que entraba a la sala esposado de pies y manos, puede realizar preguntas a los testigos. Y lo ha hecho, hasta el punto de que el juez habría tenido que llamarle la atención.

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La corte provicinial de Koh Samui, donde está teniendo lugar el juicio de Daniel Sancho.

SITTHIPONG CHAROENJAI / EFE

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Así lo ha explicado el periodista Álvaro López en ‘Vamos a ver’. “Nos ha sorprendido muchísimo. Incluso ha sorprendido a los abogados de todas las partes. Daniel Sancho, aparte de todas las preguntas de la Fiscalía y de las preguntas de la defensa, a la mujer trabajadora del vertedero y a la propietaria del negocio que le alquiló la moto no paraba de hacerles preguntas hasta el punto de que el juez le llamó la atención por preguntas improcedentes”, ha explicado el reportero desde Tailandia.