El Villarreal CF Femenino ha vivido esta Semana Santa el segundo torneo internacional fuera de Europa en toda su historia. Un equipo sub-16 de las groguetes, formado por un combinado del Femenino C, el D y algunas jugadoras de etapa infantil, participaron en el prestigioso Torneo JSSL Academy (Singapur), en el que llegaron hasta las semifinales, consiguiendo hasta cuatro porterías a cero por el camino.
A los mandos
Uno de los entrenadores de esta selección grogueta, Jordi Ferriols –durante la temporada es el técnico del Infantil–, cuenta cómo ha sido esta aventura asiática para el Submarino: «Ha sido una experiencia inolvidable para todas». «Para muchas jugadoras y cuerpo técnico, era la primera vez que salíamos de Europa», reconoce. «Poder representar al Villarreal Femenino fue inolvidable; y ellas lo demostraron y se lo pasaron bien», agrega.
Por su parte, las jugadoras demostraron su compromiso con el Villarreal y con el deporte representando de la mejor manera el color amarillo. «El Villarreal exige formar a buenas jugadoras y a buenas personas; y lo demostraron en todo momento, respetando a todos los rivales y la cultura del país», explica el técnico valenciano. Por si fuera poco, parecía que jugaban de memoria, como si entrenasen juntas todo el año: «El hecho de que trabajamos todos con un mismo modelo e ideas nos ha facilitado que llevar a jugadoras del C y el D, e incluso infantiles, sea mucho más fácil», añade.
Era, además, la primera vez que el Villarreal acudía a un torneo e estas características.
Fútbol-7 y sin fuera de juego
Además de adaptarse a jugar juntas, las futbolistas del combinado sub-16 del Submarino tuvieron que aprender a jugar a un nuevo deporte. Volvían al fútbol-7, a pesar de que ellas ya se habían formado en el nuevo fútbol-8 de la Comunitat Valenciana y ya han pasado algunos años desde su paso al terreno de juego grande. Pero los cambios no quedaban ahí, sino que, además, no existía el fuera de juego en esta competición.
«El fútbol-7 es muy diferente. Aquí jugamos ocho y, encima, allí no hay fuera de juego, además de que ya llevan varios años jugando a fútbol-11. Con el hándicap del fuera de juego, te tienes que adaptar a cómo ocupar el espacio», recuerda Ferriols, que subraya que «en el primer partido nos sorprendió: era como una mezcla entre fútbol sala y fútbol-7». «Tenías que hacer un mix y encontrar soluciones», señala. «Desde nuestra idea, supimos adaptarnos a eso y llegar a semifinales del torneo», dice.