El Rally Barcelona-Sitges 2024 volvió a convertirse en un punto de encuentro y hermandad para los apasionados del motor y los vehículos clásicos. Los seguidores acompañaron una edición, la 66, en la que se recuperaban cifras récord de participación, con un total 94 vehículos inscritos, 60 de los cuales contaban ya más de 100 años, para descubrir algunas de las máquinas más icónicas e históricas de la industria automovilística.
La organización agradece la gran afluencia de público que siguió el evento ya desde el sábado, cuando algunos vehículos se expusieron en el centro comercial L’illa Diagonal de Barcelona y donde se pasaron las inspecciones técnicas de los participantes, así como en la jornada del domingo, la más importante para la prueba.
Según sus cálculos, centenares de personas se acercaron a la plaza de Sant Jaume de la ciudad catalana para presenciar la salida de los vehículos hacia Sitges, mientras otros tantos abarrotaron las calles de L’Hospitalet de Llobregat, Sant Boi, Viladecans, Gavà i Castelldefels, así como el tramo de curvas de la costa del Garraf para disfrutar del paso de los vehículos.
Máquinas centenarias
Y es que el gran valor de este rally no competitivo reside en los coches y motos que se pueden ver recorriendo el tramo entre Barcelona y Sitges. No es muy habitual ver vehículos clásicos, pero mucho menos es poder disfrutar de coches producidos antes de 1929 o motos previas a 1939, que son los que pueden participar y optar a los premios del Rally Barcelona-Sitges.
En ese sentido, este año, la caravana que salió de la plaza de Sant Jaume, despedida por Aurora Carbonell, alcaldesa de Sitges, y Albert Batlle, tercer teniente de alcalde de Barcelona, iba liderada por un Renault Type G de 1901, propiedad de César Pau Alentorn, el vehículo más veterano de la jornada.
Tras él, increíbles piezas de museo de marcas como Rolls-Royce, Hispano Suiza, Talbot, Fiat, Peugeot, Ford, Amilcar, Panhard, Levassor o Darracq. Sin duda, el evento se ha consolidado como la mejor oportunidad de ver cómo se concebía el lujo automovilístico hace un siglo, o como los firmas generalistas evolucionaron desde los primeros años del siglo XX, hasta ese año 1929 que marca el límite de inscripción.
Según los datos aportados por la organización, en total participaron 94 vehículos, 79 coches, dos autobuses, un camión de bomberos (Ford T-T del Ayuntamiento de Rubí de 1924) y 11 motocicletas. Además, como es habitual, todos los participantes que quisieran optar a los premios debían ir vestidos acorde a la época de fabricación de su coche.
De hecho, el rally otorga un premio específico a la Elegancia en este aspecto, que este año se llevó Josep Prat Rusiñol, y que decide un jurado formado por Isabel Carvajal, de la empresa especializada en vestuario Menkes, Emiliana López, diseñadora de alta costura y vestidos de novia, y Thaïs Rocha, especialista en moda.
Una gran fiesta
El Rally Barcelona-Sitges está organizado para que sea una jornada de homenaje al motor clásico y, por eso, una vez los vehículos llegan a Sitges al día todavía le queda mucha acción. Al llegar a la localidad, David Rosell, presidente de Foment de Sitges, agradeció a los participantes y organizadores la nueva edición de una prueba que, dice, aporta prestigio y notoriedad a la ciudad.
Una vez allí, los vehículos quedaron estacionados en una zona habilitada y la fiesta se trasladó al hotel Eurostars Sitges, donde se celebró la entrega de premios y una comida con bebidas por Pere Ventura y Heineken 0.0. Entre los vehículos premiados estuvieron, por ejemplo, el Chevrolet H4-Baby Grand de 1914 de Antonio Castillo, el Hispano Suiza H16 de 1923 de Robert Cardús, o la moto Ariel Red Hunter de 1937 de Manuel Tamayo.
Además de los vehículos más clásicos, los asistentes pudieron disfrutar también de 10 unidades del Porsche Club 356 gracias al encuentro doméstico que organizó el Porsche Club 356 España y el Centro Porsche Barcelona -colaborador del evento- para acompañar al rally. El concesionario de la firma de Stuttgart también cedió dos unidades del eléctrico Taycan a la organización para facilitar su transporte. Historia y futuro en una sola jornada.
Una vez cerrada esta edición, empieza la cuenta atrás para el Rally Barcelona-Sitges 2025, para el que el listón queda muy alto tras un año que ha resultado ser muy especial.