Paul George llega fino y motivado al momento decisivo de la temporada. Para demostrarlo, su tremendo partidazo para doblegar a los Cleveland Cavaliers y elevar a Los Angeles Clippers por 120-118 con un tiro ganador y, por si las moscas, un tapón ganador. El magnífico doble game-winner de PG cerró una remontada tremenda de 26 puntos del equipo, la tercera más abultada de su historia, y un encuentro redondo para una de sus tres estrellas, ausente anoche Kawhi Leonard por culpa de su maltrecha rodilla.
George sumó 39 puntos, 23 de ellos en el último período, 11 rebotes y 7 asistencias en 44 minutos de juego, una heroicidad al alcance de muy pocos cuando las piernas más flaquean a estas alturas del año. Después de encajar 80 puntos al descanso, la defensa del equipo de Ty Lue activó el modo playoffs y dejó a los visitantes por debajo de los 40 en el segundo tiempo. Nadie puede desestimar el reto que presentarán estos Clippers en el siempre salvaje Oeste.
Seis jugadores de Cleveland anotaron en dobles dígitos, pero Max Strus falló sobre la bocina a la desesperada después de que los Cavs se hicieran con el balón dividido tras el tapón crucial de George. Darius Garland, víctima del tapón, vio empañado su encuentro de 28 puntos, mientras que Strus y Evan Mobley aportaron 20 por cabeza. Caris LeVert, sustituyendo a Donovan Mitchell, aportó 18 y con 17 terminó Jarrett Allen.
La derrota hace caer a la quinta plaza del Este a unos Cavaliers que han caído en picado con tres derrotas seguidas y deben reagruparse para no ponerse a tiro de los ambiciosos y peligrosos aspirantes a arrebatar los últimos billetes directos a los playoffs.
Los Clippers, que alcanzan las 50 victorias en temporada regular por primera vez desde 2017, contaron con 22 tantos, 5 rebotes y 5 asistencias de James Harden en 26 minutos de juego y 14 puntos de Ivica Zubac, Terance Mann y Norman Powell. Russell Westbrook estuvo comedido con 8 tantos, 7 rebotes y 6 asistencias partiendo desde el banquillo.
Los pupilos de Lue marchan cuartos, y con tres victorias seguidas parecen alejar definitivamente la amenaza de sus más inmediatos perseguidores, también en buena racha. El entrenador dice no estar ni lo más remotamente preocupado por la ausencia por cuatro encuentro consecutivo de Leonard, su teórica punta de lanza.
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