Sostiene Pep Guardiola que “si no hay una secuencia de 15 pases previos es imposible realizar bien la transición entre ataque y defensa. Imposible. Lo importante no es tener el balón, ni pasárselo muchas veces, sino hacerlo con una intención”. Entiende que esa es la mejor forma para desordenar a un rival. Algo que su City ejemplificó en el partido de vuelta de la semifinal de la Champions del año pasado en el Etihad ante el Real Madrid (4-0), con fases de juego del 70% de posesión en la primera mitad. Pero entonces tenía a Gundogan, a Mahrez y a un Grealish en estado de gracia. El alemán se fue al Barça, el argelino a Arabia Saudí y el inglés lleva toda la temporada desaparecido.