La IA realiza proezas en investigación biológica que superan a la capacidad humana. / Generador de imágenes de COPILOT para T21/Prensa Ibérica.

A mi juicio, lo que hay que discernir, por lo que puedo atisbar respecto al destino de la humanidad que acarrea la emergencia de la IA es elucidar si nos acelera irrefrenablemente a la extinción o si nos puede auxiliar y preservar de ese destino final. Es innegable que nadie duda que mejora las capacidades humanas e indudablemente nos facilita la vida. Pero, y aquí está el quid de la cuestión, no es sabio sino infantil camuflar o dulcificar el lado oscuro que inherentemente lleva adherida y cuyo desenlace no es otro que el fruto envenenado de un control absoluto sobre las acciones y destinos humanos. Y que como parece, unos pocos deciden.