Gracias a la Inteligencia Artificial y a una exposición inaugurada en Granada, por fin se conocen los rostros de los asesinos de Federico García Lorca. La exposición ‘Inteligencia Artificial en Creación y Educación Artística’, que se podrá visitar hasta el próximo 14 de abril, nos descubre las caras de quienes acabaron con la vida del poeta de Fuente Vaqueros.
La muestra está integrada por distintos elemetos como la música, la escultura y dibujos creados a partir de la inteligencia artificial, entre los que destaca sobremanera la obra titulada ‘La noche de las fieras’. Es en este espacio concreto donde podremos descubrir las imágenes hasta ahora desconocidas y no publicadas de cómo eran los nueve integrantes del escuadrón que asesinó a Federico García Lorca. Sus rostros se muestran como si fueran a ser ajusticiados.
Para el desarrollo de la creación, el autor de la imagen digital, Fernando Bayona, se ha basado en la inteligencia artificial, en las investigaciones de Miguel Caballero y Molina Fajardo y en los expedientes de los individuos
Bayona intenta con este trabajo aportar una respuesta documental a importantes incógnitas históricas como lo es el asesinato de Federico.
Las nueve caras desconocidas
La imagen, que imita un retrato de los nueve miembros del escuadrón, se presenta en papel de periódico. Los nueve individuos, conocidos como la “escuadra negra”, asesinaron a miles de represaliados en el contexto de la Guerra Civil española, entre ellos al autor de ‘Poeta en Nueva York’.
Junto a las informaciones recabadas de las investigaciones y documentación, Bayona se ha servido de distintas descripciones fisiológicas y de un proyecto del Museo Metropolitano de Nueva York que analiza las facciones, así como el atuendo de los asesinos.
Según ha declarado él mismo, le fascinó que las imágenes de los asesinos de Lorca jamás se publicasen en papel en ningún periódico de Granada, pero que en cambio sí se contase el asesinato en Albacete, de donde era su última pareja.
Otra curiosidad que presenta este proyecto es que las imágenes están impresas en un falso papel de periódico, de manerea que, por sus características de tratamiento, desaparecerá con el paso de los días. Esto es todo un símbolo. Con los efectos de la exposición a la luz, la imagen se oscurecerá paulatinamente hasta desaparecer, resaltando así la importancia de la memoria para que no se vuelvan a cometer errores como los de la guerra civil, ni se repita la historia.