Organizarse para preparar las comidas del día o de la semana puede resultar una tarea mucho más compleja de lo que parece. Porque cocinar no es solo cocinar, también es dedicar tiempo para acudir al supermercado o los comercios de barrio a comprar los ingredientes que necesitas, o pasar tiempo poniendo y quitando el lavavajillas o lavando a mano los platos, cubiertos y utensilios de cocina que se hayan ensuciado. Es decir, cocinar implica dos de los elementos más preciados por cualquier persona: tiempo y dinero.