El centrismo europeísta del primer ministro polaco, Donald Tusk, consolidó su dominio en Varsovia y otras grandes ciudades, mientras que la oposición ultraconservadora de Ley y Justicia (PiS) «resistió» gracias al campo. El peso del voto urbano dio la victoria a la Plataforma Cívica (PO) de Tusk en diez provincias de Polonia, según las proyecciones difundidas por Ipsos al cierre de los colegios electorales del país del este europeo. El PiS fue la fuerza más votada en seis provincias, de acuerdo con los datos de la encuestadora.