La Copa del Rey se queda en Bilbao. El Athletic Club, tras de una final agónica que se fue hasta la tanda de penaltis, acabó imponiéndose al Mallorca para volver a levantar un título copero 40 años después. [Así te hemos contado el Athletic 1 (4) – 1 (2) Mallorca].
No pudo faltar más emoción en la final. Los de Ernesto Valverde tuvieron que ir a remolque, lograron empatar en la segunda parte y estuvieron muy cerca de llevarse el trofeo antes de llegar a los once metros. No lo lograron, pero su frialdad en la tanda se impuso a un Mallorca algo nervioso.
El Mallorca de Javier Aguirre firmó una final más que digna. Ellos dieron el primer golpe directo al mentón, obra de Dani Rodríguez, y tuvieron sus opciones de llevarse el gato al agua en el tiempo reglamentario. Esta vez, no le sonrió la fortuna en la tanda de penaltis como sí ocurrió en las semis ante la Real Sociedad, y Morlanes y Radonjic fallaron sus respectivos lanzamientos que acabaron decantando la final.
Javier Aguirre la ganó la partida a Ernesto Valverde en los primeros cuarenta y cinco minutos. Con un bloque muy sólido, las líneas muy juntas y un fútbol directo, anularon por completo muchas de las señas de identidad de los vascos.
El club vizcaíno no se mostró cómodo y por momentos pecó de cierta precipitación. Su juego no encontraba fluidez y, a pesar de tener varias acciones de anotar, incluido un gol anulado, se marcharon por detrás en el marcador al túnel de los vestuarios.
Por su parte, el Mallorca aprovechó su ocasión más clara para dar un golpe sobre la mesa en la final de La Cartuja. Llegó en el minuto 20, en una acción con tres remates que acabó con un disparo ajustado de Dani Rodríguez.
El tanto llegó a la salida de un córner. El primer disparo se topó en la zaga bilbaína, el segundo intento lo detuvo Julen Agirrezabala y a la tercera llegó la vencida. Raillo, rodeado de hombres en el interior del área, mostró una templanza pocas veces vista en ese tipo de situaciones y le cedió el esférico a Dani. El centrocampista controló, levantó la cabeza, y ajustó su remate a la cepa del poste. Un golazo.
Le sentó mal el tanto al Athletic, que durante los siguientes minutos se mostró algo noqueado. Pero reaccionó y estuvo cerca de igualar el choque en varias ocasiones. Al filo del descanso, en el 39, Nico Williams hizo estallar el fondo del Athletic en La Cartuja con un gran disparo, pero el tanto fue invalidado por fuera de juego. El pequeño de los Williams tuvo también en sus botas el 1-1 en la última acción de la primera mitad en un mano a mano frente a Greif, pero remató al fondo de la red.
Mínimos detalles
Necesitaba reaccionar Ernesto Valverde y lo hizo en el inicio de la segunda parte dando entrada a Mikel Vesga en lugar de Beñat Prados. Perdía fútbol, pero ganaba poderío aéreo, el gran debe de los vascos.
Pero fue Larin, el delantero mallorquinista, quien tuvo en sus pies la posibilidad de dejar la final prácticamente vista para sentencia. En el primer miniuto le ganó un cuerpo a cuerpo a Vivian y se plantó mano a mano ante Agirrezabala, pero su finalización no fue buena y perdió una oportunidad de oro.
Quien no perdonó fue el Athletic que golpeó directamente al mentón a los 50 de juego. Nico Williams robó un balón en tres cuartos, filtró un pase preciso a Oihan Sancet y el navarro definió con clase con un disparo al palo largo con el interior de su pie derecho. Imposible para Greif.
La final volvía a su punto de partida, pero esta vez era el conjunto dirigido por Ernesto Valverde quien llevaba la voz cantante. Espoleados por su afición, los ‘Leones’ hicieron méritos para darle la vuelta al marcador en el último tramo del choque. Sin embargo, siempre se quedaban con la miel en los labios y el duelo acabó yéndose a la prórroga.
Desde los once metros
El marcador no se movió en el tiempo extra y la final de la Copa del Rey se decidió en la tanda de penaltis. Ambos equipos puedieron evitarlo, pero Maffeo, con un pie salvador a un tiro de Nico Williams que era gol o gol, y Julen Agirrezabala, con una gran parada al cabezazo de Muriqi, se encargaron de que el ganador se dirimiera desde los once metros.
Ahí la balanza cayó del lado del Athletic. Los vascos no fallaron ninguna pena máxima. Raúl García, Muniain, Vesga y Berenguer acertaron y dieron una Copa del Rey a su equipo 40 años después. El Mallorca se quedó a las puertas del título. Morlanes y Radonjic erraron sus penas máximas y acabaron con cualquier opción de los suyos.
Athletic 1(4) – 1(2) Mallorca
Athletic Club: Agirrezabala; De Marcos, Vivian, Paredes, Yuri (Lekue, m.106+); Prados (Vesga, m.46), Galarreta (Unai Gómez, m.79); Iñaki Williams (Berenguer, m.91), Sancet (Muniain, m.91), Nico Williams; y Guruzeta (Raúl García, m.91).
RCD Mallorca: Greif; Gío González, Valjent (Maffeo, m.91), Raillo, Copete (Nastasic, m.107+), Lato (Van der Heyden, m.109); Samu Costa, Sergi Darder (Antonio Sánchez, m.62), Dani Rodríguez (Radonjic, m.73); Larin (Morlanes, m.62) y Muriqi.
Goles: 0-1, m.21: Dani Rodríguez. 1-1, m.50: Sancet.
Penaltis: Muriqi, gol: 1-0. Raúl García, gol: 1-1. Morlanes, para Agirrezabala. Muniain, gol; 1-2. Radonjic, fuera. Vesga, gol: 1-3. Antonio Sánchez, gol: 2-3. Berenguer, gol: 2-4.
Árbitro: José Luis Munuera Montero (Comité Andaluz). Mostró tarjeta a Paredes (m.27), del Athletic; y a Muriqi (m.91) y Radnjic (m.118), del Mallorca.
Árbitro VAR: Eduardo Prieto Iglesias (Comité Navarro).
Incidencias: Final de la Copa de Rey disputada en el Estadio de La Cartuja lleno por unos 60.000 espectadores. de total del aforo, dos tercios eran seguidores del Athletic y un tercio del Mallorca.