La ciencia sabe desde hace tiempo que los anillos de crecimiento de los árboles registran información climática de su entorno, de tal manera que permiten fechar y analizar la frecuencia de determinados acontecimientos ambientales, como incendios, tormentas, plagas, sequías… Ahora, un nuevo estudio ha mostrado que también hay unos animales que informan sobre los cambios climáticos y meteorológicos, los actuales y los pasados, incluso de los registrados hace millones de años. Son los caracoles terrestres.