Ahora sí, el Ministerio de Transportes tiene certezas de que los trenes más rápidos para la Variante de Pajares van a ser entregados más o menos en torno al último plazo comprometido, a partir de la próxima semana, y ve clarificarse el horizonte de explotación de la línea: Renfe prevé iniciar la venta de los billetes el próximo día 18. Para tener los convoyes en circulación, se plantea como fecha tope el 21 de mayo. Según el calendario que manejan fuentes conocedoras de los movimientos, el proceso de entrega de los nuevos «Avril» mantiene su pronóstico de inicio donde lo situó este lunes el ministro de Transportes, Óscar Puente, en la próxima semana, aunque podría prolongarse hasta el día 22. Después de una última etapa de trámites, los trenes rodarían previsiblemente en mayo, en principio el 21 aunque no se descarta un adelanto.
Así entrará en su fase definitiva la cuenta atrás para la llegada a Asturias de los trenes más veloces, los AVE de rodadura desplazable que duplican las plazas de los actuales Alvia y son capaces de alcanzar los 330 kilómetros por hora para bajar de las tres horas el viaje entre Oviedo y Madrid (se calcula que quedará en dos horas y 53 minutos). Según las mismas fuentes, la fecha clave hacia la que apuntan las previsiones del Ministerio de Transportes es el jueves, 18 de abril. Si se cumplen esos pronósticos, dentro de menos de dos semanas empezará a funcionar la oferta comercial para los Talgo de la serie 106 de Renfe, y ahí ya sí, habrá un horizonte definitivo y sin vuelta atrás para la segunda fase de la explotación de la línea de alta velocidad Asturias-Madrid.
En Transportes están trabajando con «extrema cautela», después del último retraso, pero el optimismo es absoluto porque las pruebas de fiabilidad de los «Avril» ya han sido superadas, con incidencias mínimas. Los últimos resultados fueron muy buenos y ayer se celebró una reunión entre las partes implicadas. De ahí salió la hoja de ruta a seguir. A partir de la semana que viene, Talgo empezará a entregar a Renfe los «Avril». El compromiso de la empresa era empezar este lunes, día 8, pero Renfe todavía espera la última confirmación. En cualquier caso, será a lo largo de la próxima semana. El proceso de recepción, en principio, acabaría alrededor del día 22 de abril. A partir de entonces empezaría uno de los últimos trámites, que consiste en las simulaciones de circulación comercial, en las que participa el personal habitual en estos viajes, entre ellos algunos trabajadores de la operadora ferroviaria.
Tras ese paso sólo quedarían ya unos pocos remates finales. Entre ellos, dar de alta a los nuevos vehículos en el registro oficial y obtener unas últimas autorizaciones. Teniendo en cuenta todos estos factores, y que la primera quincena del mes que viene tiene tres días festivos en Madrid, la idea que maneja Transportes es iniciar el servicio el 21 de mayo, aunque las fuentes consultadas consideran probable que esa fecha se pueda adelantar.
Después de los retrasos acumulados, de la intensa controversia que generó en Asturias el incumplimiento de los plazos y de las dudas y el desgaste que todo eso generó en la confianza mutua entre el Gobierno del Principado y el Ministerio de Transportes, la conexión ferroviaria entre Asturias y la Meseta empieza a ver cerca la posibilidad de empezar a sacar máximo rendimiento de la línea. Aún no podrá hacerlo, eso sí, al tope de sus posibilidades al menos hasta el verano por la incidencia de unas obras para ampliar las vías de la estación madrileña de Chamartín, cuya finalización no se prevé para antes del 21 de julio. Esos trabajos provocarán que durante esas fechas no haya surcos suficientes para que operen todos los trenes comprometidos para Asturias en esta segunda fase de la alta velocidad.
La promesa del Ministerio destina a la región tres de estos convoyes de última generación –tres AVE convencionales y un «Avlo», de la versión de bajo coste de Renfe–, y seis frecuencias diarias, pero la obra aplazará la materialización completa de un compromiso que incluye la reforma de la malla horaria de la línea con el adelanto de la salida del primer tren desde Gijón en torno a las seis de la mañana, muy demandado por el empresariado, o la incorporación de Avilés como estación de origen y detino de uno de los enlaces con la capital de España.