Nuevo varapalo en los avances de la construcción de la estación de depuración de aguas residuales (EDAR) de Matalascañas, situada a escasos dos kilómetros del Espacio Natural de Doñana. La Dirección General de Calidad y Evaluación ambiental, del Ministerio para la Transición Ecológica, ha publicado una resolución en la que considera que la evaluación ambiental de esta depuradora deberá someterse al procedimiento ordinario y no al abreviado, como planteaba la Dirección General de Aguas del mismo departamento.
Por tanto, el proyecto de ampliación de esta EDAR deberá someterse ahora al procedimiento de evaluación ambiental ordinario, ralentizando de nuevo el inicio de las obras. El motivo es que el informe de impacto ambiental «no descarta que se pudieran producir daños ambientales» en una zona tan sensible como Doñana, a través de la vía abreviada o simplificada de este trámite ambiental. Un proceso más rápido que permitiría agilizar la construcción de esta depuradora.
Una depuradora enredada en trámites y vertidos
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, afirmó el pasado 12 de marzo en la Fundación Biodiversidad de Sevilla, que esta depuradora ya estaba siendo sometida a evaluación ambiental. Lo explicó en el marco de las obras ambientales del Marco de Actuaciones para Doñana. La tramitación de este procedimiento, según recoge el BOE, no es una novedad: se inició en marzo de 2023. Un mes después se sometió a consultas a las administraciones y organismos que contempla la ley.
La propia resolución recoge que la ampliación y las mejoras de esta estación de depuración fue sometida con anterioridad al mismo procedimiento en el año 2019. De nuevo, este proyecto se enreda en las cuestiones ambientales, con un horizonte de finalización de obras de tan solo dos años, y con el peso del pago millonario de la multa ambiental europea, tras el incumplimiento de la Directiva Marco de Aguas por el tratamiento inadecuado de las aguas residuales.
Esta medida corre cierta urgencia, además, no solo para cumplir los objetivos de calidad de agua y dejar de pagar, sino también para acabar con los recurrentes vertidos que han sufrido en los últimos años los vecinos del núcleo urbano. Estos mismos vecinos se reunieron el pasado mes de febrero con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, promotor de las obras, temerosos de que los diferentes obstáculos medioambientales y administrativos supusieran «volver a la casilla de salida» una vez más.
Claves sobre el proyecto de la EDAR Matalascañas
Los datos clave de este proyecto son los siguientes: es una obra declarada de Interés del Estado, cuenta con un presupuesto de 29 millones de euros y se ha anunciado que se pondrá en servicio en 2026. El promotor del proyecto es la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el órgano sustantivo es la Dirección General del Agua, ambos dependientes del Ministerio.
El anteproyecto recoge «la construcción de una depuradora confinada, semienterrada y de una superficie aproximada de 10.200 metros cuadrados en el núcleo urbano de Matalascañas en sustitución a la actual». Asimismo, estas obras también incluyen la mejora en el saneamiento de las aguas residuales del centro de visitantes El Acebuche, del Espacio Natural de Doñana, a través de nuevas conducciones desde dicha instalación hasta la nueva EDAR de Matalascañas.
Tuberías por zonas de especial conservación de Doñana
En abril de 2023 se inicia la fase de consultas a las más de una treintena de organismos administrativos y asociaciones, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Evaluación Ambiental, algunos de los cuales destacaron los puntos calientes de este anteproyecto.
La Dirección General de Salud Pública de la Junta de Andalucía reclamó más información, por ejemplo, para asegurarse de que las obras no provocarían impactos negativos en la salud de la población; ruidos, malos olores, que puedan afectar a la salud de las personas.
Entre ellos, la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos, también de la Junta de Andalucía que, entre otras cuestiones, considera que el estudio de caudales parte de unas estimaciones desproporcionadas para invierno y para verano, según los datos de población estimada, ya que en verano la población se multiplica por 40, mientras que el caudal lo hace solo por 8.
Por otro lado, la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio detecta que las tuberías desde el centro de visitantes de El Acebuche hasta la instalación atraviesan varios tipos de hábitats de interés comunitario, protegidos por las figuras de Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Conservación de Aves (ZEPA), según el Plan de Gestión del espacio protegido.
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