En la madrugada del pasado miércoles fallecía Javier Sánchez, el sacerdote de San Gregorio (Zaragoza), por las quemaduras producidas al prenderse su hábito con una vela en el convento de las Concepcionistas de Santa Isabel, donde también era capellán. Este suceso ha sumido en la tristeza a los vecinos al perder a “una persona muy entrañable”, un cura con vis rockera, cercano y que dejará huella en este barrio rural de la capital aragonesa.