Arévalo denuncia que en medio «del asedio por la enfermedad los corruptos vieron la oportunidad de beneficarse impunemente»

El Gobierno de Guatemala ha anunciado este miércoles que ha presentado una denuncia contra Amelia Flores, exministra de Sanidad durante el mandato de Alejandro Giammattei, por un contrato de vacunas rusas contra el COVID-19 «perjudicial» que «no cumplía con los requerimientos legales y comprometió la salud y el bienestar de los guatemaltecos».

«El gran caso de corrupción del contrato ilegal para la compra de las vacunas Sputnik afectó gravemente a cientos de familias guatemaltecas. Todo hallazgo será denunciado», ha señalado el Ejecutivo guatemalteco a través de su perfil en la red social X, antes Twitter. Las autoridades han recordado que Giammattei declaró entonces que no podía decir «cuánto cuesta la vacuna» y que Flores se excusó en un contrato de confidencialidad.

El procurador general de la nación, Julio Saavedra, y el ministro de Salud, Óscar Cordón, han entregado la denuncia en Gestión Legal para que se remita al Ministerio Público «por instrucciones» del presidente del país, Bernardo Arévalo, considerando que se cometieron delitos de incumplimiento de deberes, abuso de autoridad y malversación de fondos.

«Es una serie de hechos que estamos convencidos que son constitutivos de delito», ha declarado el procurador general. Así, ha indicado que fue ilegal suscribir un contrato con un ente que no era productor de vacunas y que no se ha corroborado quién firmó el documento por parte de la compañía rusa.

Además, ha precisado que es ilegal haber firmado el contrato en inglés y que se negociaron condiciones desfavorables para el Estado guatemalteco al haber aceptado todas las condiciones impuestas al Ministerio. También se incluyó que Guatemala debía pagar regalías, lo que podía haber incurrido en fraude fiscal.