El Gobierno activa a los embajadores españoles en la batalla alrededor de la Ley de Memoria Democrática. El ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha ordenado a los jefes de misión ante la ONU y el Consejo de Europa que se pongan en contacto con los responsables de derechos humanos de esas instituciones, para tratar de frenar las «leyes de reconciliación» y las derogaciones de la memoria histórica de los gobiernos regionales de Partido Popular y Vox en Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla y León.