Una pareja de invidentes, españoles de 50 años, no pudo entrar en un restaurante de Palma, al impedirles el acceso por ir acompañados de sus respectivos perros guía. En dicho establecimiento, también le negaron la hoja de reclamaciones. A continuación estas personas ciegas no tuvieron otra opción para expresar su profunda disconformidad con el trato discriminatorio recibido que avisar a la Policía Local de Palma. Los agentes rellenaron en primera instancia el formulario de quejas que negaban a estas personas con discapacidad visual y les instaron a interponer la correspondiente denuncia.