“Goleada histórica” titulaba Diario de Mallorca en su portada del Suplemento de Deportes. “Fútbol de videoteca” lo hacía en su crónica Ricard Cabot en el ejemplar que el lunes 26 de abril de 1999 ese convirtió en un tesoro para todos los aficionados del Mallorca.
El conjunto bermelllón había goleado el día anterior al Athletic Club por un contundente 6-1. La mayor derrota fuera de casa de los de Bilbao en toda su historia, hasta que el Barça la superó (7-0) en 2001. Y la mayor victoria como local del Mallorca, hasta que en 2008 llegó el Recreativo (7-1).
Un domingo que fue una auténtica fiesta para el mallorquinismo y que para los seguidores bilbaínos fue nefasto y les dejó marcados por una anécdota que se convirtió en maldición porque los ‘leones’ jugaron con pantalones verdes. La indignación por la apariencia de su equipo creció entre los aficionados del Athletic tras el resultado. Desde entonces se considera ‘gafe’ que su equipo lleve pantalones del color de la esperanza.
¿Por qué los pantalones verdes?
La sorpresa fue mayúscula en el Lluís Sitjar cuando el Athletic saltó al campo con pantalones verdes. El primer ‘culpable’ fue el utilero del conjunto vasco, que trajo los calzones negros y únicamente varió las calcetas: a rayas rojiblancas en vez de las negras habituales, para no confudirlas con las negras del Mallorca.
Fue el árbitro madrileño Fernández Marín el que obligó a cambiar los pantalones. Eran negros, igual que el Mallorca. Sin opción de ir a comprar otros a una tienda (algo que ha ocurrido en muchas ocasiones), el Athletic le pidió al equipo local los de su segunda equipación, blancos. Pero, según el club bermellón, no los tenían. Y les ofreció los de entrenamiento, que eran de color verde.
El resto de la historia ya la conoce todo el mundo, sobre todo en Bilbao. Victoria abultada del Mallorca, que tres días antes había ganado a Chelsea (1-0) y se había clasificado para la final de la Recopa (la última de esta competición) que se disputó en Birmingham y le enfrentó al Lazio (derrota por 2-1).
“Fueron seis goles del Mallorca, pero a nadie hubiera extrañado de que el partido acabara con diez a favor de los rojillos, porque oca siones hubo para dar y tomar”, resumió en su crónica Ricard Cabot. Biagini, con un hat-trick en la primera parte, y ya en la segunda Ibagaza, Marcelino y Dani completaron el 6-1 (marcó Larrazabal de penalti en el 58).