El objetivo de los países de la Alianza Atlántica sigue siendo consensuar «lo antes posible» el nombre del nuevo secretario general de la OTAN, que sustituirá desde este otoño al noruego Jens Stoltenberg, pero el camino del gran favorito al puesto, el primer ministro holandés Mark Rutte (57 años), sigue sin despejarse. Tres países, con Hungría a la cabeza, se resisten a dar su visto bueno y complican un acuerdo que la OTAN querría dejar atado en cuestión de semanas, antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno aliados que se celebrará del 9 al 11 de julio en Washington.
Rutte, que dimitió el año pasado tras una crisis de gobierno provocada por la política migratoria y que permanece desde entonces en funciones, cuenta con el apoyo de una «abrumadora mayoría de países aliados» entre los que figuran Estados Unidos, Alemania, Francia, España o Estonia. «Para lograr una OTAN fuerte debemos tener la vista puesta en Rusia, aumentar el gasto en disuasión y defensa, respaldar la membresía de Ucrania y el equilibrio geográfico. He discutido esto en profundidad con Mark Rutte y se compromete con estas prioridades. Estonia puede respaldarlo como secretario general de la OTAN», confirmaba este martes la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, cuyo nombre también circuló el año pasado como posible candidata a la secretaría general aliada.
Pese al fuerte respaldo que ha logrado en los últimos meses el holandés, el anuncio a principios de marzo del presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, de asumir una «mayor responsabilidad» en la seguridad euroatlántica y competir por el puesto en el que el noruego lleva ya una década ha «retrasado», según fuentes diplomáticas aliadas, la búsqueda de un candidato de consenso y ha revuelto las aguas al dar munición a Hungría para continuar rebelándose contra Rutte y apostar por una alternativa.
Pulso de Orbán
El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjártó, no se cansa de repetir que su país no apoyará a un candidato que ha tratado de doblegar a Hungría, en referencia al holandés, y nadie en la OTAN se atreve a vaticinar hasta cuándo mantendrá el pulso el Gobierno de Viktor Orbán y si será posible lograr un acuerdo, tal y como esperaban, antes de finales de abril. De momento, además de Hungría, tampoco han dado su apoyo a Rutte Rumanía y Eslovaquia. «Buscábamos aprobarlo a finales de abril para no mezclarlo con las negociaciones para elegir a los altos cargos de la UE. Todavía hay tiempo, pero es difícil decir hasta dónde va a llegar Hungría», reconocen fuentes aliadas sobre la posición de un primer ministro húngaro que ha empezado a utilizar las tácticas que habitualmente usa en las negociaciones europeas también en la OTAN.
«Hay un debate en curso en toda la Alianza sobre las cualificaciones de estos dos líderes tan impresionantes, y continuaremos debatiendo los pros y los contras de esos dos individuos hasta que alcancemos un consenso sobre uno de ellos, con suerte, en las próximas semanas», reconocía este martes la embajadora de Estados Unidos, Julianne Smith, en vísperas de la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas. «No sabemos cuál será el momento exacto. Sin duda, queremos llegar a alguna resolución al respecto lo antes posible. A más tardar, nos gustaría que esto se resolviera en la Cumbre de Washington», añadía recordando que Estados Unidos apoya «plenamente» a Rutte para el puesto. Otras fuentes diplomáticas no descartan la posibilidad de tener que buscar un nuevo candidato, incluso que el nombre de Kallas resurja aunque se haya autodescartado, si «se perpetúa la situación de bloqueo».