¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente? Los catalanes ya responden a esta pregunta cada cuatro meses… en los tres barómetros que cada año elabora el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat. El enunciado que ha planteado el presidente de la Generalitat y candidato de ERC a las elecciones catalanas, Pere Aragonès, para negociar un referéndum con el Gobierno central a través del artículo 92 de la Constitución coincide con la pregunta que el organismo público efectúa en sus encuestas cuatrimestrales desde junio de 2011. El resultado ha ido fluctuando en estos nueve años en paralelo a las idas y venidas del procés.
El último dato de referencia es del pasado marzo, cuando el 51% de los catalanes aseguraban que rechazarían la independencia en un hipotético referéndum y el 42% votaría a favor. La distancia entre ambas posiciones se había reducido dos puntos en los últimos meses. El sí comenzó 2011 siendo la respuesta mayoritaria y tocó techo tras la primera Diada masiva, alcanzando el 57% en octubre de 2012. Solo se mantuvo por encima del 50% hasta la consulta del 9-N de 2014, y luego permaneció por debajo incluso con los episodios convulsos del otoño de 2017.
De hecho, a partir de 2015, el porcentaje ha ido oscilando entre el 41% y el 48%, pero el no se ha impuesto en todos los sondeos del Govern a partir de junio de 2019, sobre todo en los momentos de ‘impasse’ en la hoja de ruta soberanista. En junio de 2022, el sí se situaba en el 41%, la cota más baja de todo el ‘procés’. De manera inversamente proporcional, el no a la secesión ha ido también basculando durante la última década y llegó a su nivel más alto en junio de 2022, con un 52%. Desde entonces, en los cinco barómetros posteriores, los detractores de la independencia han sobrepasado el 50%.
Si volvemos a la fotografía actual del apoyo a la independencia, este se sitúa entre el 80% y el 90% entre los votantes de ERC, Junts y la CUP, en el 35% en el electorado de En Comú Podem y en el 20% entre los votantes del PSC. Incluso un 12% de simpatizantes de Vox y un 5% de afines al PP afirman que votarían sí en un referéndum. Entre los electores de los Comuns, los socialistas, los populares y los ultras gana ampliamente el rechazo a la secesión.
La última encuesta del CEO contraponía, además, la actitud que tienen los catalanes ante la forma de alcanzar la independencia o el encaje en España. Un tercio de los encuestados (33%) son partidarios de una secesión pactada y otro 30%, de un acuerdo con el Estado. La vía unilateral hacia la independencia solo agrada al 9% de los catalanes, un porcentaje muy parecido a los defensores de mantener la unidad de España sin ningún tipo de negociación (10%).
Entre los partidos independentistas, quienes apuestan por el unilateralismo son menos que quienes abogan por el diálogo, incluso en el electorado de la CUP (51% frente a 42%). El 64% de votantes de Junts prefiere la negociación frente al 28% que opta por la vía unilateral, que solo agrada al 12% de votantes de ERC frente al 72% que abraza la independencia pactada.
Según esta misma encuesta, el 75% de los catalanes aseguran que siempre han mantenido el mismo posicionamiento sobre la independencia, ya sea a favor o en contra, mientras que uno de cada cuatro (23%) reconoce haber cambiado de opinión al respecto. Un tercio de quienes hoy se declaran independentistas (32%) reconocen que antes opinaban lo contrario. Este porcentaje baja hasta el 25% entre los indecisos y al 15% entre los contrarios a la secesión.
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