El festival Letras y Fútbol, que pretende atraer a personas de ámbitos culturales hacia la «pasión por el balón«, ha celebrado un acto en Sevilla para tender puentes entre la creatividad y el fútbol en la semana de la final de la Copa del Rey.
Organizado por la Fundación Athletic Club en colaboración con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, la Fundación Real Betis y la Fundación Sevilla FC, el acto ha contado con el humorista y cómico Alfonso Ramos y el cantante Kiko Veneno, que han aportado a través de sus testimonios experiencias de acercamiento entre sus disciplinas y el deporte.
El festival, que atraviesa su decimoquinta edición, ha ofrecido una charla que ha funcionado como un “obsequio” hacia la ciudadanía de Sevilla, lugar en el que se disputará el próximo sábado la final de la Copa del Rey entre el Athletic Club de Bilbao y el Real Mallorca, que lucharán por el título que aún ostenta el Real Madrid.
Zarra: un ‘aitite’ muy presente
Una de las figuras protagonistas de la jornada ha sido la bailaora y nieta del mítico delantero del Athletic Telmo Zarra, Adriana Bilbao Zarraonandía, quien ha interpretado durante la cita la pieza germen de su obra ‘Zarra’.
Según ha explicado la artista, ‘Zarra’ es un homenaje al espíritu de “deportividad y nobleza” que caracterizaba a su ‘aitite’, concretamente a una anécdota que recordaba con nostalgia en la que el jugador bilbaíno decidió “lanzar el balón fuera” en lugar de “marcar gol”, debido a la desventaja que tenía en ese momento el equipo contrario.
La pieza ha sido interpretada con tres bailarinas que se han desplazado a la capital hispalense, aunque originalmente es representada por seis artistas, que han lucido vestimentas que recordaban a la equipación futbolística y que ha sido acompañada por una música original en la que se podía escuchar, entre otros versos, “Zarra, Zarra, fuerza nobleza y valor” o “Zarra, el rey de la selección”.
Zarraonandía ha recordado a su abuelo y ha reconocido que, aunque confiesa no ser seguidora del fútbol, el Athletic Club de Bilbao continúa muy presente en su vida.
Telmo Zarra (1921-2006), cinco veces campeón de Copa (1943, 44, 45, 50 y 55) y máximo goleador histórico de la competición con 81 tantos, fue un futbolista apegado a la cultura popular y un gran aficionado a la tauromaquia.
Fútbol y cultura, ¿incompatibles?
Durante a la charla que ha precedido el espectáculo, los participantes han debatido sobre el tópico que sitúa a los futbolistas como personas poco interesadas en cultura y la relación entre ambas disciplinas.
Kiko Veneno ha recordado a los jugadores que aún hoy continúan recibiendo críticas por mostrar cierta sensibilidad hacia la cultura. “Había un jugador en el Sevilla que tocaba el piano y lo miraban malamente”, ha relatado.
El cantante ha reconocido que, aunque en la capital hispalense las peñas deportivas continúan llevando el sobrenombre de “culturales”, en muchas ocasiones no cumplen con este papel y ha explicado que este deporte debería entenderse como una “intercultura”.
“Lo importante del fútbol es su hecho social, cómo se llenan los estadios. Un equipo es territorio de comunidad, eso es lo que a mí me interesa, aunque luego hay intereses económicos que median y hacen de él una cosa que no es. Por ejemplo, cuando ves que la Policía Nacional tiene que intervenir en los estadios, ¿eso qué coño tiene que ver con la cultura? Ahí, el fútbol, pierde”, ha reclamado con indignación.
Por su parte, Ramos ha recordado su experiencia uniendo fútbol y humor y ha resaltado lo “complicado” que resulta en ocasiones unir ambos mundos: “El humor en el fútbol es un campo de minas. Ambas disciplinas son muy pasionales, pero también muy ingratas. A la gente le gusta reírse, pero cuando es de uno mismo, del equipo al que perteneces, es más complicado”.
Norte, sur y fútbol
El encuentro ha tenido un espacio en el que se ha recordado la relación entre el norte y el sur de España a través del fútbol, un momento en el que la bailaora ha reclamado uno de sus objetivos profesionales, aumentar la infraestructura del Conservatorio Superior de Danza de Bilbao e incluir un espacio para el flamenco.
El cantante Kiko Veneno ha destacado la “transformación cultural” del norte en los últimos años, ha descrito al pueblo bilbaíno como un grupo que ha “perdido el miedo” a “tocar las palmas al ritmo” y ha explicado que siempre ha percibido una conexión especial entre Bilbao y Sevilla.