El desgaste del Ejército y la sociedad ucranianas preocupan al bloque occidental. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha alertado este martes en París sobre el «momento crítico» de Ucrania, en el inicio de una gira por Europa. «Estamos en un momento crítico en que resulta absolutamente esencial proveer a los ucranianos todo aquello que necesitan para defenderse, especialmente las municiones y la defensa aérea«, ha asegurado el jefe de la diplomacia estadounidense en declaraciones a la prensa junto con el ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu. Ambos han visitado cerca de Versalles una fábrica de obuses Caesar, la aportación armamentística gala más destacada para Kiev.
El paquete de ayuda militar de 60.000 millones para Ucrania por parte de Estados Unidos —de largo la potencia que aporta un mayor apoyo a las tropas ucranianas— se encuentra encallado, debido al bloqueo de la mayoría republicana en el Congreso. Ante esta situación, los gobiernos europeos intentan tomar el relevo poniéndose las pilas con el aumento de la producción militar. Fue uno de los objetivos de la cumbre del 26 de febrero en París, al final marcada por las polémicas declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el envío «no descartado» de tropas de países occidentales al territorio ucraniano.
Reunión con Macron en el Elíseo
«Resulta imperativo que continuemos con la ayuda para Ucrania para que se defienda de la agresión rusa», ha declarado Blinken, quien ha iniciado una breve gira por Europa en la capital francesa, donde no viajaba desde marzo de 2022, pocas semanas después del inicio de la invasión rusa de Ucrania. En una rueda de prensa por la tarde con su homólogo francés, Stéphane Séjourné, el jefe de la diplomacia estadounidense ha expresado su deseo de que el paquete de ayuda estadounidense para Kiev «sea aprobado lo antes posible, después de las vacaciones en el Congreso», que se terminan el 9 de abril.
Tras su paso por París, Blinken viajará el miércoles a Bruselas, donde participará en la cumbre por el 75º aniversario de la OTAN. Antes se habrá reunido el martes por la noche en el Elíseo con Macron, quien comparte la preocupación por la actual situación de Ucrania y una eventual nueva ofensiva de Rusia. «Ucrania será miembro de la OTAN, pero para ello debemos contar con una buena hoja de ruta», ha afirmado el secretario de Estado. Su homólogo francés ha defendido los ataques ucranianos en zonas cada vez más profundas del territorio ruso, por ejemplo, el de este martes contra una refinería en Tatarstán (centro de Rusia): «Ucrania actúa en legítima defensa».
Una investigación «rápida e independiente»
La guerra de Ucrania es el tema central del paso de Blinken por el Viejo Continente. Pero el devastador conflicto en Gaza —con cerca de 33.000 palestinos muertos — también está muy presente. En las reuniones con dirigentes franceses, además, se trata la guerra en Sudán y la caótica situación en Haití.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha pedido una investigación “rápida e imparcial” sobre la muerte a causa de un bombardeo israelí de siete trabajadores de World Central Kitchen, la ONG fundada por el chef español José Andrés. Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, ha reconocido que les arrebataron la vida debido a un “bombardeo no intencionado” por parte de sus tropas. El Estado hebreo “debe proteger más a los civiles inocentes”, ha dicho Blinken, refiriéndose a la muerte de estos voluntarios de nacionalidad palestina, estadounidense, australiana, británica, polaca y canadiense.
A pesar de haber lamentado “el número récord” de humanitarios muertos en el enclave palestino, el secretario de Estado ha defendido el importante envío de armas norteamericanas a Israel, “que debe poder defenderse”. Su homólogo francés tampoco ha condenado con dureza esta acción israelí. Ha atribuido “el riesgo” de una propagación del conflicto y “una conflagración” en Oriente Medio a Irán y los rebeldes hutíes de Yemen. Lo ha asegurado tras haber sido preguntado por el bombardeo israelí de la víspera contra el consulado iraní en Damasco. Un ataque en que murieron 11 personas, siete de ellas miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán.