El encuentro entre la vicepresidenta del Gobierno de España, Teresa Ribera, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha fijado la clara oposición de ambas instituciones a un trasvase del Ebro. Una demanda que el líder del Ejecutivo autonómico lleva reclamando meses y que hoy ha certificado en la sede del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, para alejar ese fantasma que siempre rodea a Aragón. Además, Azcón ha reclamado más celeridad en las obras del Pacto del Agua y Ribera ha manifestado su compromiso, dando carpetazo, eso sí, al embalse de Biscarrués que el presidente popular recuperó hace unas semanas.