Los Denver Nuggets estarán en los playoffs. No es ninguna sorpresa, pero sí un hecho matemático después de su contundente victoria por 130-101 sobre los Cleveland Cavaliers, un juguete más en manos de Nikola Jokic y sus secuaces. El astro serbio, convirtiendo lo extraordinario en rutina, hizo olvidar a la afición local la ausencia de Jamal Murray y la talla del oponente con un clínic de baloncesto total en el Ball Arena, que huele ya de cerca el nuevo asalto hacia las Finales de la NBA donde se coronaron el año pasado en uno de los pabellones con mejor ambiente de la liga.

Con su vigesimotercer triple-doble del curso, que capturó todavía con cinco minutos por disputarse en el tercer período, el pívot dio un recital de asistencias de videojuego para maravillar al público, tanto en las gradas como en casa, afortunados los fieles del prime time europeo. 26 puntos, 18 rebotes, 16 asistencias y un +37 en tan solo 35 minutos de juego. 11 de 18 en tiros de campo, 1 de 2 en triples y tan solo 3 pérdidas. Desde Oscar Robertson en 1965, nadie metía 26-18-16 en un encuentro… Ya son 128 triples-dobles a lo largo de su trayectoria. Lo dicho, rutinario en lo extraordinario.

Los Cavs, ahora cuartos en el Este y uno de los candidatos a molestar a los favoritos al anillo, apenas fueron una mota de polvo para unos Nuggets faltos de su segundo de a bordo. El festín de Jokic, insultante, un gigante jugando contra niños, arrastró al resto de compañeros como acostumbra. Kentavious-Caldwell Pope, flipando con la última delicatessen de su compañero, estuvo fino con 22 tantos y 4 asistencias, su última canasta un resumen de la principal diferencia entre ambos equipos.

Es impagable el genio de Jokic, capaz de repartir pases de todo tipo, trascendiendo el baloncesto al resto de disciplinas, como si fuera el mejor Xavi, Busquets o Iniesta trasladado a los parquets de Estados Unidos. A su lado, desde Reggie Jackson (19) hasta Michael Porter Jr. (19) pueden parecer, por momentos, superestrellas. Es un espejismo, ya que se trata de el astro serbio tirando de los hilos para delicia de todos los aficionados al buen juego.

La vuelta de Donovan Mitchell fue inútil para Cleveland, y no estuvo nada fino el escolta con 13 tantos y 6 asistencias (3-12 TC). Tampoco hizo acto de presencia Darius Garland, que se quedó en 5 tantos y 7 pases de canasta (2-8 TC). Solo Evan Mobley, con 23 puntos, y Jarrett Allen, con 19 tantos, sacaron un poco la cabeza… eso sí, acumulando tan solo 8 rebotes para el juego interior titular de los visitantes.

Los Nuggets pusieron su sexta marcha, que tan letal resulta para sus oponentes, en el tercer período, con un 36-21 demoledor para finiquitar la cita del domingo. Con 21 triples, igualaron su máximo registro del curso y siguen afinando puntería de cara unos playoffs ya a la vuelta de la esquina. Son terceros, virtualmente empatados con los Thunder y los Wolves al frente de la tabla. Sean primeros o no, seguirán siendo los favoritos con actuaciones como la de esta noche y el recital de MVP de Jokic. Con días así, es difícil no dudar cuando la mayoría de narrativas apuntan a Shai Gilgeous-Alexander o incluso Luka Doncic. El serbio merece su tercer entorchado, y cada jornada lo demuestra aunque a los mortales, lo suyo nos parezca otro día en la oficina. Estamos mal acostumbrados…

+MD

Nikola Jokic, leyenda cada día

Nuevo hito sin precedentes

Con su tercer partido de 25 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias este año, Jokic logró otro hito que le sitúa en cotas que nadie más ha alcanzado en 77 años de historia. Con cuatro choques de 25-15-15 con un 60% o más de porcentaje de acierto en tiros de campo, supera el tope de tres de Wilt Chamberlain a lo largo de su trayectoria. Solo otros dos jugadores, Larry Bird y Oscar Robertson, lograron conseguir esos números, en su caso tan solo una vez a lo largo de su prodigiosa carrera. Palabras mayores, y otra demostración que hace difícil de entender el pronunciamiento reciente de Toni Kukoc.

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