«Las pseudoterapias solo tienen efectos en el bolsillo, en el mejor de los casos». Lo ha dicho este mismo lunes la ministra de Sanidad, Mónica García, sumándose así a las críticas que, desde este fin de semana, circulan en la red social X por un vídeo en el que el presentador de ‘El Hormiguero’, Pablo Motos, publicita una máquina de «regeneración celular» que dice lleva meses buscando y, por fin ha encontrado.
«Llevo meses buscando una máquina y por fin la he encontrado y además en España. Es esta máquina de aquí que es la más top de regeneración celular«, señala el presentador del programa de Antena 3 antes de mostrar una «cama tan rara y espacial». A continuación, Motos pide a la doctora del centro, una clínica de bienestar de la provincia de Alicante, que explique en qué consiste el aparato-cama que tanto ansiaba conocer.
«Plasma atmosférico frío»
La doctora explica que «lo que hace (la máquina) es coger el aire de la habitación y lo va a convertir en plasma atmosférico frío, que es una forma de la materia». «Este plasma, gas excitado con muchos electrones y protones libres que los va a ceder a nuestro cuerpo, y esos protones los vamos a utilizar para tres cosas fundamentales», llega a decir.
«Vamos a luchar contra el envejecimiento porque vamos a neutralizar radicales libres, moléculas que tienen un electrón de menos, y son muy agresivos porque quieren cogerle a otras células el ADN de ese electrón. Con lo cual le damos ese electrón, la neutralizamos y deja de ser agresivo», sostiene la médico en el video publicado.
«Los nervios vagos»
En primer lugar, asegura, «ayuda a la energía y la regeneración celular«. Por otro lado, «la corriente que la máquina genera estimula los nervios vagos, lo que produce que se equilibre el sistema simpático y el parasimpático. De esta manera se lucha contra el estrés crónico», que también es causa del envejecimiento celular, afirma. Finalmente, para combatir el envejecimiento, el aparato «neutraliza las radicales libres, unas moléculas que roban electrones a otras células».
La respuesta en la red social X ha sido inmediata. «Lo que dice la doctora Anna Baeza Román es pura palabrería pseudocientífica y su máquina ‘rejuvenecedora'» no ha sido demostrada científicamente. De hecho, el supuesto mecanismo de acción que explica no tiene ninguna plausibilidad de ser real», asegura la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (Apetp).
Tratamiento de pseudoterapia
Afirmaciones que han suscitado numerosas críticas de quienes, como esta entidad, llevan años alertando de la expansión de las pseudoterapias, en muchos casos, publicitadas por personajes muy populares. Además, en este caso se trata de un «tratamiento» solo apto para los bolsillos más pudientes. Pasar un día en el centro de bienestar donde se encuentra el aparato puede llegar a costar hasta 7.500 euros.
«La falta de evidencia científica no solo es un engaño: también puede poner en riesgo la salud», señala Mónica García
Este mismo lunes, la ministra Mónica García también se ha mostrado firme en su defensa de la evidencia científica y en su rechazo a las pseudoterapias. La titular de Sanidad ha publicado un mensaje en el que, aludiendo al aparato que publicita Pablo Motos. «Las pseudoterapias solo tienen efectos en el bolsillo, en el mejor de los casos. La falta de evidencia científica no solo es un engaño: también puede poner en riesgo la salud», señala García.
En 2018, el Gobierno aprobaba el ‘Plan de Protección de la salud de las personas frente a pseudoterapias’, liderado por los Ministerios de Sanidad y Ciencia y Universidades, que incluía acciones para proteger «de forma integral a la ciudadanía de las pseudoterapias», como son la generación de información veraz y rigurosa, cambios normativos que apuestan por una asistencia sanitaria y una formación universitaria basadas en el conocimiento, la evidencia y el rigor científico.
Evidencia científica
El objetivo general era revisar la evidencia científica existente de un total de 139 terapias o prácticas terapéuticas, englobadas dentro de lo que se conoce como “terapias alternativas”, y determinar cuáles de ellas se deberían considerar como pseudoterapias. Es decir, como prácticas o terapias con pretendida finalidad sanitaria, pero sin evidencia científica que demuestre su eficacia, explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Ambos departamentos crearon el portal #CoNprueba para informar a los ciudadanos y para contribuir a la divulgación de la ciencia y el pensamiento crítico. De las 139 terapias inicialmente cuestionadas, el Ministerio de Sanidad concluyó que 73 de ellas debían ser consideradas como pseudoterapias, ya que para ninguna de ellas se había conseguido identificar ningún estudio científico en la base de datos de bibliografía médica ‘PubMed’, perteneciente a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Por lo tanto, no había ningún soporte científico que avalara su eficacia y seguridad.
Desde el Ministerio explican a El Periódico de España, del mismo grupo editorial, que en la actualidad están pendientes de preparar la publicación de los informes pendientes de ‘CoNprueba’, que forma parte del mencionado plan. Además, añaden, este año se han incorporado algunas medidas relacionadas con el refuerzo de la ciencia y el pensamiento científico relacionado con la salud «como una forma de velar por la salud y proteger a la población frente a los cantos de sirena alejados de la evidencia científica».