El CO2 que emitimos a la atmósfera no solo está calentando el planeta, sino que también está disminuyendo a un ritmo alarmante los nutrientes que tienen los alimentos. Ya en 2004, un equipo de científicos de la Universidad de Texas (EEUU) descubrió un hecho inquietante: 43 alimentos, en su mayoría verduras, experimentaron una notable disminución de nutrientes entre mediados y finales del siglo XX, es decir, apenas 50 años.