Google se verá obligada a destruir los datos de navegación de millones de usuarios a los que rastreó sin consentimiento. El gigante tecnológico estadounidense ha llegado este lunes a un acuerdo con el que resolverá una demanda colectiva que le acusó de seguir recopilando información de los internautas cuando navegaban en modo incógnito, según ha adelantado The Wall Street Journal.