Dicen que las desgracias nunca vienen solas. Matías desde el cristal de un ferri, hace solo tres días, vio cómo su coche caía al mar (y se hundía) durante una travesía entre La Gomera y Tenerife en la naviera Fred. Olsen. Pero hace poco más de dos años, en el otoño de 2021, perdió una casa en el Valle de Aridane devorada por las coladas del volcán de Tajogaite. «Ya tengo una casa bajo la lava y un coche en el fondo del mar», dijo ayer el afectado.