La lejía es uno de los productos de limpieza más habituales en cualquier hogar. Se trata de un útil tan recurrente precisamente por el hecho de que se trata de un limpiador muy genérico que puede servir para cualquier cosa.  Otra característica de la lejía es su poder desinfectante. Sin embargo, hay ciertos errores que cometemos con este producto que pueden ser fruto del desconocimiento a la hora de usarlas. Son errores comunes como la mala aplicación en determinadas superficies o mezclarla con otros productos como el amoníaco.