La cruzada abierta por el PSOE contra la prostitución amenaza con nuevas turbulencias en la coalición. Los socialistas han registrado en el Congreso una proposición de ley de espíritu abolicionista que busca reconectar con el feminismo clásico de sus filas, después del shock vivido la pasada legislatura, cuando Irene Montero era ministra de Igualdad y se enfrentó a las feministas de referencia del partido, como Carmen Calvo. Pedro Sánchez ha impulsado esta norma desde su grupo parlamentario tras descartar aprobarla en el Consejo de Ministros, ante la difícil posición que tiene Sumar en este asunto, y después de que la propia Yolanda Díaz rechazase incluirla en el acuerdo de coalición, según fuentes próximas a la negociación.