El árbitro se comió el gol de Raphinha y perdonó la expulsión a Cardona, por Barrenechea Montero















































El árbitro balear Busquets Ferrer, en un encuentro rápido e intenso, estuvo siempre cerca de la jugada, dando pocas opciones de protesta a los futbolistas. Con algunas imprecisiones, dejó jugar teniendo un criterio bastante uniforme, señalando once faltas al Barça y ocho a la UD Las Palmas. Teniendo el partido controlado, el colegiado no acierta en el minuto 20 al anular el gol de Raphinha por un supuesto fuera de juego posicional del brasileño en primera instancia. Y si lo hace en segunda instancia, tampoco acierta porque el pase que recibe Raphinha es del visitante Coco. La expulsión de Valles con roja directa es correcta porque Raphinha era el último hombre y porque el meta hace un uso de fuerza excesiva en la entrada. En el 32 volvió a fallar al perdonarle la segunda amarilla a Cardona en un claro empujón sobre Lamine Yamal. Y en el 47 a Fermín, por un pisotón. En definitiva, Busquets Ferrer tuvo un arbitraje poco solvente, y no contó con la ayuda ni de los asistentes ni del VAR.  

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