América Latina exhibe signos inéditos de disgregación política. De un lado, los choques de los presidentes de Colombia y México, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador, con su colega argentino, Javier Milei. Esas refriegas retóricas tienen el signo de la previsibilidad: los polemistas se encuentran en las antípodas políticas. A su vez, las fricciones entre Buenos Aires y Caracas. Pero, a la par, ha surgido un choque sin precedentes. Venezuela reaccionó con una rudeza inusitada frente a las críticas del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el propio Petro a la exclusión de la candidata opositora Corina Yoris de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«No nos metemos en los asuntos de nadie. Métanse sus opiniones por donde les quepan«, dijo la principal autoridad de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, en respuesta a los cuestionamientos. Rodríguez suele decir aquello que Nicolás Maduro a veces elude. El presidente se dedicó este último viernes a fustigar a Washington por sus opiniones sobre el proceso electoral venezolano. «El imperio estadounidense escogió el Viernes Santo para amenazar a Venezuela otra vez. Amenazan con clavar los clavos de las sanciones del bloqueo, de la agresión económica, contra las manos, los pies y el cuerpo inocente de nuestro país, de nuestro pueblo», añadió. En una suerte de división del trabajo, Rodríguez, en cambio, apuntó contra Lula y Petro, a quienes de manera más alusiva Maduro había llamado «la izquierda cobarde” por los pronunciamientos de las cancillerías de esos países vecinos sobre el ardid para dejar a Yoris fuera de carrera.
Rodríguez no evitó esta vez los nombres propios. También apuntó contra el expresidente uruguayo, José «Pepe» Mujica. «¿Sabe cuál es la desgracia de Venezuela? Es una desgracia parecida a la de Argentina: es demasiado rica. Y la han cercado. Tiene un régimen porfiado, que está con la venda puesta y es contradictorio. Cuando tiene una plaza sitiada, cualquier discrepante es un traidor. Entonces, el sistema político de Venezuela está siempre en guardia y no respeta las leyes elementales de la democracia», dijo el exguerrillero. Rodríguez respondió a los tres, sin distinciones. «¿Saben el presidente Petro, el presidente Lula, Mujica, del plan insurreccional y magnicida aquí revelado por el vocero principal del fascismo en Miami? ¿Aceptarían en sus países planes para atentar contra el presidente como los que hemos develado en numerosas oportunidades? «.
A su vez, el siempre locuaz Rodríguez, cabeza de las negociaciones siempre a mitad de camino con la oposición, fustigo a Vente Venezuela, el partido de Corina Machado, excluida también de la contienda presidencial por decisión del Tribunal Supremo. Ese partido, dijo, «jamás solicitó ser inscrito ni existió postulación por iniciativa propia alguna». El presidente de la AN le recordó a Lula, Petro y Mujica que 13 partidos se acreditaron ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para participar de los comicios. Se preguntó si los tres líderes de la izquierda regional pasan por alto ese detalle por «desconocimiento», «ignorancia» o «miedo». La diatriba de Rodríguez no hace referencia a las denuncias de la Plataforma de Unidad Democrática (PUD) sobre los impedimentos que tuvo Yoris para anotar su candidatura por razones «técnicas» que nunca fueron explicadas por las autoridades.
De esta manera, el madurismo ha abierto un foco de discordia con Gobiernos que han tratado de desempeñarse como facilitadores de la resolución del conflicto político interno venezolano. Colombia llegó a realizar el año pasado una conferencia internacional sobre la cuestión del vecino país, de la cual surgió la propuesta de un levantamiento de sanciones económicas de Estados Unidos a cambio de garantías para la oposición en las elecciones presidenciales.
El agradecimiento de Machado
Machado no dejó pasar la oportunidad de, esta vez, «agradecer» las opiniones de Petro, Lula y también el francés que Emmanuel Macron «por sus posiciones en las últimas horas que reafirman que nuestra lucha es justa y democrática». Y añadió: «mientras vemos cómo la preocupación internacional se incrementa, hago un llamado para que los líderes democráticos del mundo se unan a los esfuerzos de presidentes y gobiernos en exigir al régimen de Maduro que permita la inscripción de Corina Yoris como candidata en las próximas elecciones presidenciales». A su criterio, «ha quedado claro que no hay razones políticas ni jurídicas» que impidan una exclusión que contradice la letra del acuerdo de Barbados de octubre pasado en el que el Palacio de Miraflores y la PUD «para lograr elecciones libres y justas».
En virtud de estos reacomodamientos, Maduro solo tiene la solidaridad de sus homólogos de Cuba y Nicaragua, Miguel Díaz Canel y Daniel Ortega. El pasado jueves, Lula había asegurado que el caso Yoris es «grave» y carece de «explicación «política ni jurídica». El brasileño pidió para Venezuela «que las elecciones sean hechas como en Brasil, con la participación de todos». Petro, por su parte, había expresado su «preocupación» por las mismas razones. La marginación de hecho de la aspirante, advirtió, puede «afectar la confianza de algunos sectores de la comunidad internacional en la transparencia y competitividad del proceso electoral que culminará con las elecciones presidenciales».
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