Hay ciertos productos o elementos que son comunes en todas las casas. El papel de aluminio es, sin duda, uno de ellos y no solo por sus múltiples usos en la cocina. Más allá de envolver bocadillos, de ayudar en la elaboración de ciertos alimentos, de aislarlos de olores o de aumentar su conservación y frescura, por ejemplo, el papel de plata es también un gran aliado en muchos otros ámbitos y tareas domésticas. Tan pronto sirve para acabar con el encrespamiento del pelo o poner mechas en la melena, como para aislar el calor que emiten los radiadores y mantener así la casa caliente durante más tiempo ahorrando energía. Incluso es capaz de aliviar ciertas dolencias o molestias articulares al envolver cualquier zona del cuerpo con él.