Es posible que, por la potencia de su premisa argumental, el lector crea intuir en qué tipo de novela se va a sumergir. Y, efectivamente, Los alemanes versa sobre los descendientes de los alemanes de la colonia de Camerún que, en 1916 y al caer frente a los aliados, se entregaron a las autoridades españolas de Guinea y acabaron asentándose, entre otras ciudades, en Zaragoza. Pero, además y sobre todo, Sergio del Molino (Madrid, 1979) nos ofrece un texto muy elaborado sobre la identidad, el peso (y el embellecimiento) del pasado, las diferencias de clase y la herencia de los pecados de nuestros ascendientes que está construido con el material del que está compuesta buena parte de la mejor novelística contemporánea: el conflicto familiar.