Un Barça-Madrid es siempre especial aunque se trate de alevines. En el marco del mejor torneo de fútbol base del mundo, La Masia volvió a imponerse a La Fábrica en un miniclásico cargado de buen fútbol y emociones. El Barça mereció ganar en el tiempo reglamentario pero lo tuvo que conseguir en los penaltis. En fútbol-7 el Espanyol ganaba 0-2 pero el Barça empató y forzó unos penaltis que fueron blaugranas por la vía rápida (2-0)
Para llegar a la final en el formato de fútbol-11 de la categoría sub-12 A el Barça ganó seis partidos en los que logró anotar 62 goles lo que supone una media de 10 goles por encuentro. Además, los de Juanan Gil no han encajado ni un gol en todo el torneo. El Real Madrid también tuvo un camino plácido hasta las semifinales en las que solo superaron al Manchester United en la tanda de penaltis.
Una final entretenida
En el campo del Figueres, en Vilatenim, Barça y Real Madrid mostraron un nivel diferente desde el inicio. El Barça dominó a placer los primeros minutos y en un córner Antonio Amaya, de volea, encarriló el triunfo. Parecía que iba a ser una final cómoda pero los blancos reaccionaron y empataron con un gol afortunado de Manuel Duarte.
Volvió el Barça a retomar el mando y Agus Marcet aprovechó un córner para hacer justicia. El Barça mereció marcar el tercero pero perdonó y aunque gozó de ocasiones para sentenciar quién volvió a marcar fue el Real Madrid que empató con un golazo de falta de Rubén Martín.
Los penaltis repararon la mala fortuna blaugrana en el tiempo reglamentario y con un 7-6 final los de Juanan Gil pudieron exhibir toda su euforia. Ismael no acertó y el portero del Barça Ander Pérez se lució con una gran parada que resolvió de manera merecida el miniclásico.
EL MIC es un buen banco de pruebas para unos jugadores nacidos en el 2012 que afrontan su última temporada competiendo en el formato de fútbol-7. Este torneo les sirve para empezar a adaptarse al gran salto del fútbol-7 al fútbol-11 que darán en cuanto empiece el próximo curso y pasen de ser alevines a infantiles.
Un miniderbi blaugrana
La otra final alevín, en el formato de fútbol-7, se disputó en Palamós con el Barça y Espanyol como grandes protagonistas.
El Espanyol era el gran favorito al contar con el jugador más desequilibrante de la categoría. El potente Ibrahima El Hadji solo necesitó cuatro minutos para inaugurar el marcador. Los blaugrana tenían serias dificultades para frenar a este futbolista que generó mucho peligro en todo instante.
El Barça sufrió otro duro golpe con el segundo gol de Arturo García. La final parecía decidida pero los de Iban Tey se soltaron y en la segunda mitad fueron mejores. Guerau Villegas y Juan Fernández equilibraron el partido y los blaugrana pudieron incluso rematar la remontada con un tercer gol. En los penaltis Pol Jou e Izan Márquez lograron transformar sus penas máximas mientras que el Espanyol falló los dos primeros penaltis.