Los reyes Felipe y Letizia, con la princesa Leonor y la infanta Sofía, se han unido este sábado a los fieles en la última procesión de esta Semana Santa en Madrid, la de la Real Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo que no ha desfilado pero sí ha salido momentáneamente de la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava, en el número 25 de la calle Alcalá.
Poco antes de las 18:00 horas la familia real se ha unido a los fieles a la salida de la iglesia, y han presenciado el paso breve de la figura de la Virgen y del Cristo Yacente bajo una llovizna que ha impedido que la procesión siguiera el recorrido previsto.
Los reyes han saludado a los patronos de la cofradía que, a su vez, le han agradecido a la familia real su presencia ante la iglesia, mientras sonaban al fondo los tambores del acompañamiento musical.
En el marco de una tarde nubosa y de lluvia fina, decenas de fieles han presenciado cómo salían de forma breve las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo, de Juan Pascual de Mena (siglo XVIII) y el Cristo Yacente, obra de los talleres Olot (siglo XX).
Ambas imágenes han sido portadas a hombros por anderos de la Congregación, y acompañadas por la Banda de La Soledad de Madrid y la Agrupación musical ‘El Maestro’.
Estaba previsto que ambas figuras realizarán un recorrido conjunto por Alcalá, Puerta del Sol y calle Mayor, hasta la travesía de Bringas. En este punto, Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo se trasladaría por la plaza del Conde de Miranda y la calle del Codo hasta la plaza de la Villa, donde a las 18:30 se hubiera encontrado con el Cristo Yacente, llegado desde Bringas por la calle Mayor, para regresar entonces a la iglesia de las Calatravas.
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