Entre las personas que pudieron entrar en la mañana de este Viernes Santo a la iglesia de San Juan de Puerta Nueva para presenciar la “arrancada” de la procesión de Jesús Nazareno, con la marcha fúnebre de Thalberg como banda sonora, estaba la propia tataranieta del compositor, que viajó desde Nápoles (Italia) para conocer la ciudad del mundo donde más valoran a su bisabuelo.
La italiana Giulia Ferrara Pignatelli di Strongoli ocupó un lugar de honor junto al Cinco de Copas que, como cada Viernes Santo, se levantó a las 5 en punto, tras el rezo del sermón, al ritmo de la marcha fúnebre de Thalberg marcando el inicio de La Mañana, aunque realmente el desfile procesional no se puso en marcha hasta las 6 por la lluvia.
La mujer se emocionó al escuchar la marcha fúnebre compuesta por su antepasado, motivo por el cual viajó hasta Zamora desde Italia acompañada del maestro Francesco Nicolosi.
De piano a banda
El suizo Sigismund Thalberg (1812-1871) compuso en 1845 su Marcha fúnebre para pinao, op. 59, que fue adaptada para banda e introducida en la Semana Santa de Zamora por parte del maestro Inocencio Haedo Ganza a inicios del siglo XX.
La marcha fue ganando popularidad, especialmente a partir de los años 30, hasta convertirse en el sonido por antonomasia de la Semana Santa de Zamora y, para muchos zamoranos, en el himno oficioso de la ciudad.
La tradición zamorana dicta que la “marcha fúnebre de Thalberg” suena por primera vez en la Semana de Pasión a las 5 de la madrugada del Viernes Santo, marcando el inicio de la procesión de Jesús Nazareno vulgo Congregación. No es habitual, por lo tanto, escucharla en las procesiones que se celebran con anterioridad, pero sí en todos los desfiles del Viernes y del Sábado Santo, e incluso acompañando a la Virgen de la Alegría el Domingo de Resurrección.
Centro de Estudio Internacional Sigismund Thalberg
Sigismund Thalberg no fue muy apreciado como compositor en su propia época, y la mayoría de reconocimiento, tanto en Zamora como en Italia -donde vivió y falleció- y en el resto del mundo fue póstuma. Por eso, su bisnieta Francesca Ferrara Pignatelli di Strongoli fundó en Nápoles el Centro de Estudio Internacional “Sigismund Thalberg”, que difunde la figura del músico y otorga unos premios internacionales para compositores de piano.
Actualmente, Giulia Ferrara Pignatelli di Strongolli es la presidenta honoraria del Centro Sigismund Thalberg, y su director es el maestro Francesco Nicolosi. Ambos han estado este Viernes Santo en la iglesia de San Juan.