El Atlético de Madrid cerró este verano su mercado de fichajes con tres incorporaciones como fueron las de Azpilicueta y Soyuncu que llegaron libres procedentes del Chelsea y del Leicester, respectivamente y la de Galán que llegó del Celta. Los dos primeros llegaron libres y el tercero lo hizo con un pago de cuatro millones de euros y el traspaso de Manu Sánchez que había triunfado en Osasuna.
Tras esos movimientos, en el Atlético de Madrid se centraron en las bajas. La principal era la de Joao Félix que era por la que esperaban sacar un mayor coste, pero no llegaron muchas ofertas al Metropolitano… y encima las que llegaron el jugador las desestimó. Especialmente, una desde Turquía, otra desde Arabia Saudí y la última desde la Premier League. Así que acabó marchándose como cedido a última al Barcelona como el jugador deseaba…
Pues hubo dos jugadores con los que no contaban en el Metropolitano que fueron a parar al Olympique de Marsella que por aquel entonces dirigía Marcelino García Toral. Y que además dejaron una importante cantidad económica. Así que el técnico asturiano le hizo dos favores al Atlético en el último mercado de verano. Unos meses después se marcharía del conjunto galo por presiones de los ultras.
En primer lugar se marchó Kondogbia. El francés a pesar de haber dejado buenas actuaciones no había terminado de convencer al Cholo, y al final de la temporada pasada no tuvo hueco por eso le buscaron un destino con la esperanza de que en su lugar llegase un 5 como había pedido el técnico argentino desde el primer momento. Pues bien, Kondo acabó en el OM por ocho millones de euros. Tenía ofertas de Turquía y Arabia también.
Mejor le salió la operación con Renan Lodi. El brasileño firmó por el conjunto marsellés por 13 millones de euros, y los colchoneros se guardaron el 20 % del dinero que reciban los galos por un posible traspaso. Ese traspaso ha llegado por 23 millones de euros al Al Hilal, así que los colchoneros ingresarán 4,6 millones de euros más.
Un total de 17,6 millones de euros por un jugador con el que no contaban en el Metropolitano. A pesar de que había dejado buenas actuaciones, nunca había logrado cierta regularidad. En verano, el Atlético ingresó 21 millones de euros por los dos traspasos, una cantidad que ha superado los 25 tras el último movimiento.
A esto hay que añadir que en el último mercado de invierno, Marcelino ya como entrenador del Villarreal trató de volver a fichar un descarte de los colchoneros. Pidió la cesión de Galán, pero finalmente el jugador se decantó por la Real Sociedad. Un equipo de Champions con opciones de llegar lejos en la Copa del Rey. Era mejor plaza que la de un ‘Submarino’ en Europa League y en mitad de tabla. Ambos equipos tenían problemas en el lateral izquierdo.
Ahora, este lunes se volverán a ver las caras Marcelino y el Atlético de Madrid. Igual ya está cogiendo nota de alguno de los futuros descartes del Cholo. Desde luego que en el Metropolitano están encantados de volver a encontrarse con el asturiano.
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