El compromiso de la ministra de Sanidad, Mónica García, de cambiar el modelo de las guardias médicas de 24 horas por uno de un máximo 17 horas seguidas ha causado expectación en la profesión médica. Acabar con las guardias de un día entero es una vieja reivindicación del sector. De hecho, García hizo su promesa tras reunirse con una médica intensivista que ha reunido en poco más de un mes 120.000 firmas en contra de las interminables y extenuantes jornadas de 24 horas. Pero acometer el cambio de modelo es complicado, no hay médicos suficientes en algunas especialidades y no todos los servicios tienen la misma presión asistencial. Además, suponen una importante proporción del sueldo de los médicos: en torno al 25%.