A las familias se les ha acabado la paciencia. Tras un curso repleto de incidencias con el transporte escolar, la gota que colmó el vaso se produjo el pasado lunes 25 de marzo, cuando un niño de 4 años se quedó dormido en el autobús de camino al colegio y nadie se percató de que seguía allí cuando todos sus compañeros se bajaron del mismo y se fueron a clase. Ni los monitores que acompañan al alumnado en el autobús, ni el chófer del vehículo que continuó el trayecto programado ignorando que en los asientos de atrás había un pequeño de 4 años dormido. El conductor llegó hasta las cocheras de la empresa y fue allí cuando, mientras revisaba el interior del vehículo, se dio cuenta de la presencia del menor. Así consta en la queja que ha presentado la familia afectada a la inspección educativa de la Conselleria y a Monbús, la empresa de transporte implicada.
Cuando el conductor se dio cuenta de que en el autobús había un niño pequeño, lo cogió y lo trasladó en su vehículo privado hasta el centro educativo. Desde allí avisaron a la familia, que sigue sin dar crédito a lo ocurrido. «No paramos de pensar lo que podrían haber ocurrido si el conductor no se llega a dar cuenta de que el niño estaba allí. Porque es evidente que los monitores no revisaron el autobús cuando los niños y niñas se fueron a clase. Pero ¿y si el conductor hubiera hecho lo mismo? ¿Y si no revisa el vehículo ese día? Pues en el cole habrían pensado que el niño no había ido ese día a clase y la alarma hubieran saltado cuando hubiéramos ido a recogerlo a las 17 horas. El niño podría haber pasado 8 horas solo dentro del autobús. Tenemos el cuerpo removido desde que sabemos lo que pasó pensando en lo que hubiera podido pasar. Por eso hemos puesto una queja y por eso queremos que se sepa lo que ha ocurrido», asegura desde la familia implicada que prefieren permanecer en el anonimato. «Lo importante es lo que ha pasado, no a quién le ha pasado«, recalcan.
El colegio implicado es el CEIP Santo Ángel de la Guarda (Valencia), un centro educativo que sufre las consecuencias de las deficiencias del servicio y acumula quejas relacionadas con el transporte escolar desde que comenzó el curso. «Es un servicio deficiente que deja mucho que desear porque es un absoluto desastre. Hay retrasos en alguna de las rutas todos los días y hay días que descargan y vuelven a por el resto de alumnos porque hacen falta dos autobuses a diario en todos los trayectos. Han venido autobuses de otras compañías e incluso han viajado en el autobús interurbano. Faltan asientos en algunos vehículos y las averías son frecuentes. Los retrasos implican que muchos días el alumnado no llega a clase a primera hora y nosotros llegamos tarde al trabajo«, explican desde la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del centro educativo. Sobre los monitores que acompañan al alumnado en los trayectos y que, según la Conselleria de Educación, dependen y son contratados por la empresa de transportes, las familias aseguran que «hay un cambio continuo de monitores«. Además, recalcan la falta de personal «para los niños más pequeños de 2 y 3 años». Por último, no hay interlocutor alguno con la empresa de transportes. «Hay una indiferencia total y ninguna respuesta a las quejas efectuadas. La compañía no facilita un número de teléfono para poder contactar con la sede de Valencia», concluyen.
Depurar responsabilidades
Las familias aseguran que los problemas son continuos y que esta semana la paciencia se ha agotado. Y es que tras el incidente del niño de 4 años, al día siguiente «el autobús se estropeó cuando hacía el trayecto al colegio y niños de 2 a 9 años estuvieron encerrados durante más de una hora«. Por ello, desde la Ampa exigen a la Conselleria de Educación a que ponga solución a un problema que padecen desde principio de curso.
La Conselleria de Educación, por su parte, asegura que la inspección educativa «está recabando información para determinar qué ocurrió con exactitud» en relación con el niño de 4 años «olvidado» en el autobús. Sobre el resto de quejas por el funcionamiento de la empresa de transporte escolar, la conselleria asegura que el expediente «sigue su curso» porque «son procedimientos largos»