Un proyecto europeo, respaldado por la Administración comunitaria y el CSIC, y con la participación de empresas privadas, ha dado a luz a un material de acolchado agrícola capaz de sustituir al tradicional plástico empleado en los cultivos para controlar las ‘malas hierbas’ y las plagas. El nuevo producto tiene una composición 100% vegetal y biodegradable. El plástico es hoy un elemento contaminante que arroja al medio ambiente miles de toneladas de este compuesto difícil de degradar y que se incorpora a la cadena trófica. La agricultura es parte del responsable de este problema, pero todo ello puede evitarse gracias a Agropaper, que así se llama este nuevo sistema.