Cuando dicen que Aprilia, la fábrica de Noale que ha ido progresando, creciendo, de forma espectacular en el Mundial de MotoGP, siempre de la mano del veterano piloto catalán Aleix Espargaró, es una auténtica familia, solo hay que pasearse diez minutos por el ‘boxe’ del equipo italiano en cualquier circuito, por ejemplo, el pasado fin de semana, en el precioso trazado de Portimao, en Portugal, para darse cuenta de que, en efecto, aquello es la mayor de las familias.