A los grandes fabricantes de chocolate se le han amargado las previsiones. El precio del cacao no deja de romper nuevos récord de cotización: los futuros en Nueva York apuntan a un crecimiento en Bolsa del 232,49% en lo que va de año y ya rebasa los 10.000 dólares por tonelada. Hace tan solo un año, esta materia prima rondaba los 2.900 dólares. Las malas cosechas en los países productores, ubicados principalmente en el continente africano, debido al cambio climático están abocando a los maestros chocolateros a buscar formas de atajar el incremento de costes que ya impactan en sus expectativas a corto plazo. Así, no es extraño que cada vez más barritas opten por el caramelo para reducir el precio o que los consumidores se encuentren en el supermercado una ligera subida de la mona de Pascua.
El dulce más esperado de la Semana Santa en Cataluña y en Valencia sufre este año la «tormenta perfecta» de los costes: una cotización en máximos del cacao y un precio del azúcar en el mercado mundial que no se veía desde 2010. Es algo que ya se notó en San Valentín, otra fecha señalada para comprar grandes cantidades de chocolate, donde quedó patente que la inflación y el aumento del coste de los bombones era demasiado para los consumidores, y el efecto ha llegado a los huevos de Pascua. En Estados Unidos, el precio unitario medio de los huevos de chocolate aumentó un 12% mientras que en el Reino Unido el precio alcanzó una subida del 50%.
Salvo Nestlé, cuyas ventas cerraron el 2023 en números rojos (-1,5%), los resultados del último año de Lindt y Hershey’s (Kit Kat) todavía no se han visto afectados por el alza desbocada del precio del cacao, pero sí por la inflación y el menor consumo de sus productos por parte de los compradores. En el caso de Lindt, sus ventas crecieron un 10,3% en los últimos doce meses mientras que las de Hershey’s aumentaron un 2-3%. Su cotización ha seguido caminos distintos según la marca. Por ejemplo, las acciones de Lindt se revalorizaron un 7,46% en casi cuatro meses y las de Hershey’s tan solo aumentaron un 0,12%. Por su parte, los títulos de Nestlé acumulan un descenso del 4,54%, especialmente tras defraudar a los inversores con sus resultados.
Otro tema son las previsiones para el siguiente ejercicio. Mientras Lindt espera que el incremento de costes continúe vigente en 2025, algo que terminará requiriendo de un aumento de los precios finales, la empresa estadounidense prevé un frenazo en su crecimiento debido al impacto de los mayores costes de las materias primas. «Dada la situación de los precios del cacao, utilizaremos todas las herramientas a nuestro alcance, incluida la fijación de precios, para gestionar el negocio», apuntó la directora general de Hershey, Michele Buck, para tranquilizar a los inversores. «La inflación sin precedentes en los últimos dos años ha aumentado la presión sobre muchos consumidores y ha afectado la demanda de productos alimenticios y bebidas», aseguró el CEO de Nestlé, Mark Schneider, durante la presentación de resultados. De cara al 2023, espera un crecimiento orgánico de ventas de alrededor del 4%.
Impacto de las sequías
La explicación del mayor precio del cacao reside en el cambio climático. En África Occidental, región que acumula el 70% de la producción mundial del cacao, las cosechas han sido las más pequeñas de los últimos tres años como consecuencia de las altas temperaturas, la sequía y las tormentas tropicales que afectaron en los últimos meses a sus territorios. Costa de Marfil suspendió el pasado verano la venta de contratos de exportación de cacao para la temporada actual debido a los destrozos causados por el fenómeno meteorológico El Niño. Buena parte de la cosecha desapareció bajo las fuertes lluvias y elevaron el precio del cacao en un 27%. Otros grandes productores, como Ghana, Nigeria o Camerún, también sufrieron aguaceros tropicales y destrozaron los árboles que debían empezar a cosecharse a partir de octubre.
Ahora, la preocupación es la contraria: la escasez de lluvias está impactando en la cosecha comprendida entre los meses de abril y septiembre. Ante estas previsiones, la Organización Internacional del Cacao (ICCO) espera un déficit récord este año que alcanzaría las 400.000 toneladas de esta materia prima y los distintos actores de la cadena de suministro del cacao ya están empezando a tomar cartas en el asunto. Uno de los mayores procesadores de cacao del mundo, Guan Chong, está buscando suministros de este producto en Ecuador, Perú e Indonesia que compensen el incumplimiento de contratos por parte de los países africanos.
Y los fabricantes de chocolate han seguido el mismo camino. Además de un traslado de costes de las materias primas al consumidor, algunos han buscado un sustituto más barato para el relleno de sus productos. Según el último análisis de Euromonitor International, el 40% de las barritas de chocolate están rellenar de caramelo o frutas como manera de esquivar los mayores costes. Por ejemplo, Hershey’s, Nestlé y M&Ms han optado por el caramelo o la mantequilla de cacahuete, mientras que Mars ha eliminado 10 gramos de chocolate a algunas de sus barritas. En España también hay preocupación por el precio del cacao. La alicantina Chocolates Valor se ve obligada a elevar los precios por la cotización internacional de su principal materia prima: «El mercado del chocolate va a padecer mucho. Va a tener unos incrementos ineludibles», lamentó el presidente de la compañía, Pedro López, en una entrevista con ‘Activos’.
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