Los bajos precios de la electricidad en el mercado de futuros anticipan que el IVA de la factura de la luz se mantendrá en el 21% al menos hasta verano. El coste del megavatio-hora se mantendrá en el entorno de los 20 y los 30 euros hasta junio, según apunta este mercado, que sirve como referencia de los niveles de precios que espera el sector en los próximos meses.
En su decreto de medidas antiinflación aprobado el pasado 27 de diciembre por el Consejo de Ministros, el Gobierno fijó un IVA del 10% en la factura de la luz durante todo 2024, pero condicionado a que el precio de la electricidad en el mercado mayorista se situase por encima de los 45 euros por megavatio-hora. Si se desplomaba por debajo de ese listón, entraría en juego el IVA original del 21% en el mes siguiente.
Eso ocurrió en marzo, después de que en febrero el megavatio-hora costase una media de 40 euros. Y eso volverá a pasar en abril, pues este mes, el mercado mayorista ronda los 20 euros de media, según el cálculo a partir de los precios diarios de la electricidad en el mercado mayorista que publica el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), a falta de tres días para acabar el mes. En esos niveles se espera también que se mantenga los próximos meses.
El mercado de futuros de la electricidad anticipa un precio medio en abril de 23 euros y en mayo de 30 euros, según OMIP. En junio subirá a 52 euros y, a partir de entonces, se mantiene en alrededor de 65 euros hasta septiembre. Pese a que esos números pueden variar, el analista del mercado eléctrico, Francisco Valverde, explica que es muy posible que así sea. “En verano siempre suben los precios porque hay menos generación eólica e hidráulica y, además, en esa época el agua se paga a precio de gas”, cuenta.
Valverde explica que la producción de electricidad a partir del agua es barata cuando los embalses están llenos. “Las cuencas hidrográficas les obligan a soltar agua porque si no lo hacen se rompe el embalse, entonces los generadores venden el agua como un recurso renovable más, muy barata”, añade.
Eso es exactamente lo que ocurre ahora en el noroeste peninsular, que es donde están las principales plantas de generación hidráulica. La generación con agua se encuentra un 20% por debajo del máximo histórico. Y unida a las fuertes rachas de viento y el sol, que han mantenido una buena generación eólica y fotovoltaica, y a la baja demanda, ha llevado a que la electricidad en el mercado mayorista ronde los 20 euros en marzo, la mitad que en febrero y cuatro veces menos que en el mismo mes el año pasado.
Pero esa rebaja no se nota en el recibo porque se ve compensada por el alza del IVA del 10% al 21%. Según cálculos del profesor en la Universidad de Comillas ICADE, José Luis Sancha, un consumidor medio con tarifa regulada (200 kilovatios-hora de consumo mensual y 4 kilovatios de potencia contratada) pagará 39,5 euros de media por la factura de la luz de marzo, frente a los 37,83 euros de febrero. En el mercado libre, depende de cada caso pero quien tenga un coste fijo de la energía habrá pagado un 21% más.
Nuevo ciclo
A partir de la semana que viene, además del IVA, que se mantendrá por segundo mes consecutivo en el 21%, subirán el Impuesto Especial sobre la Electricidad y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE). En este caso, la razón del cambio tiene que ver con que en este segundo trimestre entra en juego un nuevo ciclo del desmantelamiento de la rebaja fiscal adoptada por el Gobierno para compensar los efectos de la crisis energética.
La primera fase de esa ‘desescalada’ impositiva se inició en enero de este año, cuando el impuesto especial pasó del 0,5% al 2,5% y el impuesto sobre la producción subió al 3,8%, después de más de dos años suspendido. El 1 de abril entra en juego la segunda fase, cuando el primero subirá al 3,8% y el segundo al 5,25% y se completará a partir de julio, si no hay cambios. Entonces ambos tributos volverán a sus niveles originales, del 5,11% y del 7%, respectivamente.
El impacto de la subida de estas dos tasas en abril será limitado. Para un consumidor de PVPC (tarifa que tienen 8,5 millones de usuarios) el alza del Impuesto Especial sobre la Electricidad supondrá un incremento de alrededor de medio euro más en la factura de la luz, según Sancha. Mientras que el IVPEE no afecta directamente al recibo porque grava la generación de electricidad, lo que podría provocar es una subida de precios en el mercado mayorista. “Las empresas lo incorporan directamente a sus ofertas (de venta de electricidad) en el mercado, que podrían ser ligeramente más caras”, explica Sancha.
Según la comparadora de precios Selectra, un hogar con un contrato en el mercado libre (21,5 millones de clientes) a un precio fijo de 0,14 euros por kWh y un consumo mensual de 190 kilovatios-hora (2.300 kWh al año) pagará en abril 8,11 euros más que en 2023 y 60 céntimos más que en marzo. «Respecto al Impuesto sobre la producción eléctrica, al no repercutir directamente al usuario final, sino a las compañías, lo que sí podría pasar es que en cualquier momento nos llegue un aviso de aumento de precios», añaden.
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