El presidente aragonés y líder de los populares, Jorge Azcón, resta importancia al pulso que mantiene Vox en el Ayuntamiento de Huesca sobre el pacto de gobernabilidad y echa balones fuera. «Es el tercer día que me preguntan por lo mismo. Ha habido elecciones hace muy poco tiempo en Aragón y arrojaron un resultado. Es verdad que Vox y el PP son dos partidos distintos en el Gobierno de Aragón, en los ayuntamientos en los que estamos gobernando y pensamos cosas distintas en muchos temas. El resultado de las elecciones ha hecho que haya gobiernos, que pueden tener dificultades, pero estoy convencido de que vamos a centrarnos más en aquellas cuestiones que nos unen más que las que nos separan, que han existido, existen y existirán», ha señalado Azcón.
La gobernabilidad en el Ayuntamiento de Huesca está en la cuerda floja por los choques entre el PP de la alcaldesa Lorena Orduna y Vox, socio necesario para sacar adelante presupuestos y políticas. La situación tambaleante en el consistorio oscense enciende las alarmas para el resto de pactos de las derechas en las principales instituciones aragonesas, desde el Ejecutivo autonómico, donde gobiernan en coalición, al Ayuntamiento de Zaragoza, donde Natalia Chueca no tiene en el gobierno a la ultraderecha pero la necesita para sacar adelante sus políticas.
Preguntado sobre si el tambaleo de la gobernabilidad en Huesca puede transferirse al Ayuntamiento de Zaragoza o al Gobierno de Aragón, Azcón ha echado balones fuera: «No voy a estar hablando toda la vida de Vox. Es el tercer día, he contestado a una pregunta sobre cuál es la filosofía con Vox y van a entender que no es lo único de lo que vamos a hablar todos los días».